Ni golpe de remo ni...

Si a muchos esta suposición sabía a poco –nosotros entre ellos– y se reclamaba un castigo ejemplar, ahora que Vettel se ha ido de rositas –al igual que tras las tiernas palabras dedicadas a Charlie Whiting en México–, no vean qué gusto de boca se nos ha quedado. Qué le vamos a hacer, de ilusión también se vive. Al final no ha recibido siquiera un 'golpe de remo'.

No nos gusta repetirnos pero, tal y como decíamos en nuestro anterior texto en este blog, al final el problema son los padres. Perdón, quería decir la FIA. Desconocemos si el piloto alemán ha sacado a relucir sus mejores dotes de actor dramático al igual que hace cuando gimotea por radio pidiendo banderas azules o se queja al ser adelantado 'por un torpedo' a la hora de pedir disculpas por lo que hizo en Bakú. La cuestión es que, como en otras tantas ocasiones, la FIA –cuyo criterio sancionador es de una escasez sólo comparable al que posee el que verifica las cuentas en Twitter– ha vuelto a hacer de las suyas.

Ejemplos hay unos cuantos y seguramente, no me pregunten por qué, alguien sacará a relucir el Crashgate de Singapur 2008 y el SpyGate de 2007, aunque sean casos totalmente diferentes. Pero no hay problema, que ya hemos hecho acopio de paraguas.

La FIA ha perdido de nuevo una ocasión de oro de dar ejemplo, de romper con la tradición y hacer saber, a todo aquel que se dedica al deporte de motor, lo que está bien y lo que está mal. De esta manera ,daría ejemplo sobre todo a las futuras generaciones. Jean Todt, su presidente y mayor valedor de la campaña 'FIA's Action for Road Safety', ha quedado retratado. 

Vettel ha aceptado como uno de sus actos de redención, involucrarse durante los próximos 12 meses en esta campaña de la FIA. Nos parecería perfecto de no ser porque creemos que 12 meses es un tiempo algo escaso y porque su imagen, estamos convencidos, no será usada como ejemplo de lo que no debe hacerse.

¿Pero que cabe esperar de la FIA en un futuro cuyos comisarios en Azerbaiyán han reconocido que no aplicaron bandera negra por no influir en el campeonato? Pues lo mismo de siempre, arbitrariedad a la hora de sancionar. Dependiendo del piloto implicado, una misma acción puede merecer o no castigo, incluso si en una han existido daños y la otra no. ¿Estará pensando alguno de esos comisarios de Azerbaiyán que tal vez su decisión influya igualmente en el resultado del campeonato? Vettel puede ganar un Mundial que se adivina apretado gracias a esos puntos. 

¿Hubiera sido más justo sancionarlo con dicha bandera negra y que ,por ello, tal vez perdiese el campeonato? Para nosotros, por supuesto.

Como se comentó en nuestro anterior texto, como suelen hacer la mayoría de pilotos en estos casos, Vettel puede buscar mil y una excusas para justificar el golpe que dio a Hamilton por detrás. Puede que hasta tuviera razón, incluso aunque éste no fuera el caso, ¡hasta la telemetría podría demostrar su inocencia! Pero no sólo esto no es así, sino que lo verdaderamente inexcusable es su acción posterior en la que golpea lateralmente a su rival. ¿Qué excusa hay ahí? ¿Que ha sido un calentón? ¿Una rabieta fruto de la impotencia? Esto no sirve de excusa y más cuando las de Jean Todt en el comunicado de la FIA –tras la reunión con Vettel– han sido las siguientes: 

"El deporte de élite es un ambiente tenso donde los ánimos pueden calentarse. Sin embargo, el papel del deportista de élite es el de gestionar esa presión con calma y comportarse de una forma que no sólo respete la normativa del deporte, sino que beneficie el alto estatus del que gozan".

Tal vez sea conveniente también anotar esta otra parte de las declaraciones realizadas por Todt tras la comparecencia del piloto de Ferrari ante la FIA, por si hay que recordárselas en ocasiones futuras a la hora de sancionar:

"Los deportistas deben ser conocedores del impacto que su comportamiento puede tener en aquellos que les admiran. Son los héroes y los modelos a seguir de millones de fans en todo el mundo. Deben comportarse como tal".

Esperamos al menos que Sebastian Vettel, dado el regalo de cumpleaños recibido de mano de la FIA, les haya invitado a un trocito de tarta, aunque dudamos mucho de que estos favores recibidos por el de Heppenheim ayuden a que, de una vez, se disipen las dudas sobre su talento y consiga que se valoren sus éxitos de la misma manera que al resto de pilotos.

Saludos.

Javi C - Jose L.