Rosberg da otro zarpazo al Mundial y Bottas hace sonreír a Williams
Salía con el mono desaflojado y algo relajado sabiendo que su máximo rival en la lucha por el título salía seis puestos por detrás, pero cuando Rosberg quiso darse cuenta ya tenía el reflejo del coche de Hamilton en sus retrovisores. ¿Cómo demonios estaba ya ahí?, se preguntaría el alemán, que rápidamente tuvo que fruncir el ceño, atarse los machos y tirar a tope para mantener a raya a Lewis. Y vaya si lo hizo.