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La crisis de McLaren: 300 millones contra el coronavirus

17/05/2020 20:25

McLaren, al igual que la mayoría de marcas del sector automotriz, ha sufrido un duro revés debido a la crisis del coronavirus Covid-19. Las cuentas de la formación de Woking han dejado de cuadrar a la par que las ventas de superdeportivos han caído, así que han iniciado una ‘búsqueda’ de 300 millones de libras –335 millones de euros al cambio actual– para sobrevivir que ha venido con disputa legal bajo el brazo.

Cabe recordar que Zak Brown ha sido uno de los más insistentes en reducir el techo presupuestario de la Fórmula 1. El estadounidense es partidario de dejarlo en 100 millones de dólares –91 millones de euros– e incluir algunos gastos que en principio se dejaron fuera de la ecuación, como el relacionado con las unidades de potencia.

Todo esto viene de lejos. Concretamente, nos situamos a finales de 2017, cuando McLaren decide romper su alianza con Honda en la Fórmula 1 y se embarca en un nuevo proyecto de la mano de Renault. La firma japonesa aportaba alrededor de 100 millones de dólares al equipo y, como no podía ser de otra manera, los de Woking perdieron un total de 111 millones de euros durante la temporada 2018.

Para más inri, McLaren emitió esa misma temporada una serie de 'bonos' para captar la atención de inversores independientes, e incluso tuvieron que pagar hasta un 6,5% a sus inversores para colocarlos. Por aquel entonces, la firma con sede en el país de Shakespeare comenzó a generar una deuda que a día de hoy se ha convertido en una gran bola de nieve.

No es ningún secreto que McLaren acogió con los brazos abiertos una inversión que rondaba los 200 millones de euros por parte de Michael Latifi, padre de Nicholas. Además, el incremento en las ventas tanto en 2018 –casi un 44% de mejora respecto al año anterior, gracias a la excelencia de su producto– como en 2019 fue un soplo de aire fresco para las arcas de la marca británica, pero lo peor estaba por llegar.

Con la irrupción del Covid-19, las ventas de coches han caído y McLaren se encuentra en una situación realmente complicada. En pos del remedio, el Grupo McLaren nombró a Paul Walsh –quien estuvo 30 años en la compañía Diageo– presidente ejecutivo y anunció una inyección de 300 millones de libras por parte de los accionistas.

Pero no es suficiente. La situación es tan dramática que, hace apenas unas semanas, McLaren pidió al Gobierno del Reino Unido un préstamo por valor de 150 millones de libras, el cual fue denegado. En estos momentos, desde la cúpula de Woking se encuentran en plena ‘búsqueda’ de otros 300 millones para hacer frente a la crisis.

A todo esto hay que añadir la no tan buena gestión de Zak Brown que, pese a haber encontrado varios patrocinadores en sus años al cargo de McLaren Racing, ninguno de ellos ha sido tan jugoso como se esperaba del audaz americano. La imposibilidad de encontrar un socio potente es otro de los factores que lastra al equipo en la F1 desde la pérdida del aval de Honda.

Una de las soluciones que han encontrado es ‘emular’ a Williams e hipotecar algunos de sus coches históricos. Unas operaciones con las que esperan sacar al menos una cifra que ronde los 275 millones de libras –307 millones de euros–. La falta de liquidez debido a la nula actividad en la Fórmula 1 y la escasa venta de coches empieza a encender las alarmas en Woking.

Es ahí donde aparece la disputa con los obligacionistas del grupo. McLaren informó a sus inversores que planeaba hipotecar su sede en Surrey y una serie de coches históricos para ganar liquidez, pero estos han reclamado que, tras la última inversión de 586 millones de euros efectuada en 2017, esos activos entraban en el acuerdo que se alcanzó para comprar la parte de Ron Dennis.

Por ello, según reporta el Financial Times, este grupo de inversores ha contratado al bufete de abogados estadounidense Paul Hastings para rechazar la nueva recaudación de fondos. Desde McLaren siguen pensando que la operación es completamente legal, aunque no descartan utilizar la 'trampilla J Crew', lo que permitiría a la marca continuar con el plan inicial: hipotecar coches y sede. Eso sí, esa 'trampilla' consiste en que la marca y sus propiedades continuarían en posesión de sus accionistas, pero ciertos activos irían a parar a los nuevos inversores.

Por lo pronto, y en relación a la competición, desde el seno de McLaren han pedido a la Fórmula 1 que tome medidas drásticas en respuesta al coronavirus. En opinión de Zak Brown, compartida por otros actores relevantes del deporte, lo peor no vendrá a lo largo de esta temporada 2020, sino el año que viene, cuando haya que hacer cuentas del ejercicio anterior y organizar el presupuesto de 2021. No son pocos los que hablan de la pérdida de algún equipo en la Fórmula 1. McLaren, como mínimo, está en una situación muy delicada.

En cuanto a la situación de McLaren Automotive –la división de coches de calle–, el grupo asume que la crisis del coronavirus conlleva un inevitable cambio de rumbo. Los de Woking intuyen que, aunque seguirán adelante con el 765LT y el Elva, los dos próximos años serán complicados... y los siguientes, terreno desconocido. El plan 'Track 25', presentado en 2018 con el objetivo de presentar 18 modelos hasta 2025, se ha convertido en una incógnita en pleno proceso de reconsideración de los próximos modelos.