Pagani Huayra Codalunga: una joya esculpida por el viento

El Codalunga es un ejemplo de ello. Posiblemente el más bello de los Huayra, el más elegante, el más esculpido por el viento. Es más único y exclusivo, si me permiten. El lanzamiento del Huayra se efectuó hace 11 años; hace cinco se lanzó la versión spyder, hace dos, las variantes Imola y R, ésta última dedicada exclusivamente a la pista,

Sólo se producirán cinco unidades del Codalunga y su precio antes de impuestos estará en 7,34 millones de dólares, prácticamente siete millones de euros. Dos de estas unidades ya tienen dueño.

De hecho, la idea del Codalunga surgió precisamente porque dos coleccionistas pidieron a Pagani un coche homenaje a los ‘codalunga’ que se empleaban en Le Mans. Así que sólo tres saldrán a la venta… si es que no han sido vendidas de antemano, como sucede habitualmente con estas series especiales restringidas.

Ferrari, Porsche, Alfa Romeo, Matra y muchos otros empleaban el truco aerodinámico de la cola larga en los 60 e incluso inicios de los 70, alargar la carrocería en la zona trasera paga ganar velocidad en la gran recta –los 370 kilómetros/hora eran habituales– cuando las chicanes todavía no estaba imaginadas. El coche resultaba más largo, pero más eficaz que los 'codatronca' o 'cola cortada' que también tuvieron su momento. McLaren hizo una versión 'long tail' de su F1 GTR de Le Mans y una pequeña serie y recientemente ha lanzado el Speedtail, siguiendo esta filosofía.

"Decidimos utilizar el estilo líneas simple del Huayra coupé como punto de partida. El Codalunga es más largo, más liso, como si el viento se hubiera encargado de modelar unas líneas todavía más elegantes que las del coupé. Nos hemos inspirado en los coches de Le Mans en los 60, que tenían unas líneas muy puras. Hemos retenido sólo los elementos esenciales y prescindido de todo lo superfluo. Simplificar no es sencillo. Este coche es simplemente el resultado de un complejo estudio de líneas simples", ha dicho Pagani sobre el coche, realizado por la división 'Pagani Grande Complicazioni', el departamento de proyectos especiales.

Todo tiene su razón. La 'codalunga' se empleó para asemejarse al máximo a la gota de agua, la forma más aerodinámica que se conoce, con la parte trasera formando un cono por el que resbala el aire sin producir turbulencias. Y el concepto casa perfectamente con el nombre de Huayra, derivado del quechua Wayra Tata, el dios del viento.

Pagani se ha tomado su tiempo. Una empresa pequeña, artesanal, que confía mucho en proveedores cualificados requiere su tiempo para decidir y elaborar un proyecto. Se sabe que los dos clientes que inspiraron el proyecto hicieron su petición en 2018, es decir hace cuatro años, mes arriba, mes abajo.

Pagani ha hecho precisamente esto: estirar la carrocería en la parte trasera. El voladizo posterior es 36 centímetros más largo y la longitud total del coche se acerca ahora a los cinco metros.

Y de paso, aligerarla de apéndices aerodinámicos, simplificar las líneas, hacerlas más fluidas. Pese a su mayor tamaño, resulta más ligero que el Huayra normal, pese sólo 1.280 kilos en lugar de 1.350, aunque no alcanza los 1.218 kilos del Huayra BC.

Para un modelo tan especial, Pagani también le ha dado una vuelta de tuerca al motor. El V12 atmosférico de 6.0 litros y de origen Mercedes-AMG ha sido llevado hasta los 840 caballos de potencia, 90 más que el motor original. Es el motor de la variante Imola. Se le ha dotado de un escape en titanio de cuatro tubos para ahorrar algo de peso; pesa apenas 4,4 kilos.

Para completar el recuerdo de Le Mans, los tonos recrean el pasado. Y el interior, que sigue siendo lujoso, opta por cuero de gamuza envejecido y la fibra de carbono sin pintar y piezas de aluminio hechas a mano a partir de pulir un bloque en bruto para recrear mejor la atmósfera de antaño.