Skoda 1100 OHC Coupe: el deportivo casi olvidado vuelve a la vida

Conocido en algunos círculos como el Ferrari de los pobres, el Skoda 1100 OHC Coupe era uno de los automóviles más avanzados tecnológicamente del bloque soviético en la década de los '60. Creado por la división de competición de la firma checa, se fabricaron dos unidades que compitieron en diferentes pruebas, nacionales e internacionales, entre 1960 y 1962. Con el final de su vida deportiva, ambos vehículos se vendieron a clientes privados que posteriormente quedarán destruidas en sendos accidentes.

Ya en 2015, Skoda decidió recuperar uno de estos vehículos, con lo que inició un proceso de restauración que ha llegado hasta hoy y que coincide con el 120º aniversario de la marca. Debido a su carácter, casi de prototipo, solo algunos componentes estaban disponibles, de tal forma que el resto requirió de un trabajo completo de creación y restauración de piezas.

La reconstrucción del Skoda 1100 OHC Coupe necesitó de la renovación completa de todo el chasis al que se incorporó un radiador y depósito de combustible restaurados. Parte del trabajo recayó en los especialistas del Museo Skoda, que contaban con documentación técnica original del deportivo. Incluso tenían guardados algunos componentes mecánicos originales que se utilizaron en el coche restaurado.

Skoda informa que la parte más difícil del proceso de restauración fue la carrocería de aluminio. Los mecánicos tuvieron que acudir al Centro de Prototipos de la marca, que crearon una estructura tridimensional basada en los dibujos originales del coche. Posteriormente se procedió a la creación de modelos a escala del 1100 OHC Coupe y, una vez que el proyecto obtuvo la aprobación final, los ingenieros pudieron trabajar en el vehículo final.

El Skoda 1100 OHC –tipo 968– era un coche deportivo de dos plazas, derivado del Skoda 1101 'Tudor' y se le considera como el sucesor del Skoda Sport. Utiliza un motor de cuatro cilindros y cuatro tiempos de 1.089 centímetros cúbicos, refrigerado por agua, con un doble árbol de levas en cabeza y una potencia de 92 caballos. Gracias a un contenido peso de sólo 550 kilos, entre otras cosas debido a su carrocería de aluminio, podía superar los 190 kilómetros/hora.

Además de las dos unidades coupé utilizadas en competición, Skoda fabricó tres spider con carrocería de plástico y la misma mecánica.