Porsche 911 S 2.4 Targa: homenaje de aniversario a golpe de restauración

Durante los dos últimos años Porsche Classic ha trabajado en un proyecto muy especial para celebrar los 50 años de Porsche Design. Se trata de la restauración de un 911 S 2.4 T de 1972, que corresponde con el año en el que se creó el estudio de diseño y que también rinde homenaje a su fundador, Ferdinand Alexander Porsche. Esta unidad única presenta el mismo color negro que caracteriza al legendario reloj Chronograph I, diseñado por él en 1972.

Para llevarlo a cabo se recurrió al nuevo programa Sonderwunsch –peticiones  especiales–. Una vez acordados todos los puntos clave, el trabajo de los diseñadores y restauradores de fábrica consistió en transferir cuidadosamente las especificaciones del nuevo modelo al clásico. El único requisito que debía cumplir el modelo donante era su año de fabricación, 1972. Todo el equipo se encargó entonces de implementar el estilo del nuevo Porsche 911 Targa edición especial 50º aniversario Porsche Design en el clásico. Según explica la Directora de Porsche Classic Ulrike Lutz "la idea era lograr un contrapunto perfecto entre ambos" para lo cual, fue necesaria la ayuda de Roland Heiler, de Studio F. A. Porsche.

Por su parte Uwe Makrutzki, Director de Restauración de Fábrica de Porsche Classic, comenta que "nuestra filosofía general en un proyecto de restauración de fábrica es tratar de conseguir que sea lo más fiel posible al modelo original. Con este proyecto, adoptamos de forma deliberada un enfoque diferente. Hemos creado un vehículo único que combina tradición y modernidad, y que además lleva la firma de Ferdinand Alexander Porsche".

LA ELEGANCIA DEL COLOR NEGRO

La carrocería de esta unidad del 911 presenta un color negro satinado de la paleta original interrumpido por unas franjas en acabado platino satinado y con el emblema Porsche Design. Esta terminación también se utiliza en el arco de seguridad gracias al uso del láser, en lo que es una nueva interpretación del acero inoxidable cepillado del modelo clásico original. Por su parte, las letras Targa están acabadas en negro mate mientras que la parrilla del capó trasero incorpora una insignia 'Porsche Design 50' con una reproducción de la firma de Ferdinand Alexander Porsche. El conjunto se completa con unas llantas Fuchs anodizadas y unos neumáticos Pirelli P6000. 

El interior también está dominado por el color negro, un tono que él mismo contribuyó a convertir en tendencia desde su puesto como director del primer departamento de Diseño de Porsche en la década de 1970. Buen ejemplo de ello son las molduras decorativas del 911 que cambiaron gradualmente de cromo a negro mate a partir de 1973. El reloj Chronograph I, que diseñó y presentó ese mismo año, fue el primero con caja y esfera negras, lo que resultó una innovación para el diseño de relojes en ese momento.

Este color negro se utiliza también como mezcla con un patrón de cuadros que cubre gran parte de los paneles de las puertas y los asientos, forrados en cuero. Los cuadros del tejido 'Sport-Tex' ofrecen la clásica combinación de negro y gris. Además hay una insignia 'Porsche Design 50' en el lado del pasajero, el mismo que decora la carpeta de documentos del vehículo y la bolsa de herramientas. 

El proyecto de restauración de fábrica se completa con una caja de presentación que contiene la documentación detallada del vehículo, un estuche para llaves, que es un diseño original de Ferdinand Alexander Porsche, y una maqueta del vehículo restaurado.

A propósito del diseño de esta unidad del Porsche 911 S 2.4 T, Makrutzki comenta que "la hoja de producción normalmente nos dice exactamente qué equipamiento tenía un vehículo cuando se fabricó y, por lo tanto, cómo deberá verse tras una restauración. Sin embargo, esta vez tuvimos mucha más libertad para jugar con la configuración en este modelo de aniversario. Porsche Classic nos ayudó mucho en este apartado, pues no todas las modificaciones encajan con la filosofía general de un vehículo o son técnicamente factibles".

CLÁSICO REJUVENECIDO

El vehículo que sirvió como base es un 911 T 2.4 Targa de 1972 que, según comenta Makrutzki, estaba en mal estado y carecía de algunas piezas. "Si bien esto normalmente sería un comienzo complicado para un proyecto de restauración, en esta ocasión no fue relevante dadas las modificaciones que se iban a llevar a cabo", aclara. Porsche Classic actualizó por completo el motor bóxer de seis cilindros y el chasis para adaptarlo a las especificaciones de la versión S. El modelo tope de gama tenía una cilindrada de 2.341 centímetros cúbicos, alcanzaba los 190 caballos de potencia a 6.500 rpm y estaba dotado de un sistema de inyección mecánica. Tras todo este proceso, se revisó y se llevaron a cabo una serie pruebas dinámicas, como una medida de control de calidad, y comprobar así que todo funcionaba correctamente.

"El mayor desafío, no obstante, fue restaurar el interior del vehículo. Las fundas de los asientos son un buen ejemplo de cómo los materiales modernos deben adaptarse en un habitáculo histórico. La resistencia y elasticidad del material elegido dificultó el tapizado de unos asientos con 50 años de vida. Afortunadamente, contamos con un tapicero muy experimentado en nuestro equipo que aceptó el desafío con la ayuda de algunas plantillas", comenta Makrutzki.

FERDINAND ALEXANDER PORSCHE Y EL 911 TARGA

Ferdinand Alexander –1935-2012– fue el hijo mayor de Ferry Porsche. Pasó dos semestres en la Escuela de Diseño de Ulm antes de trabajar en Diseño de Carrocerías de Porsche. Desde finales de los años '50 allí se creó el Porsche 901, que se presentó en 1963 y se convirtió en un icono con el nombre de 911 –tras perder un litigio con Peugeot que tenía registrados los números con un cero en el medio–. En 1972, Ferdinand Alexander y su hermano Hans-Peter fundaron Porsche Design Studio como una empresa independiente. Durante los últimos 50 años el estudio se ha convertido en la exclusiva marca de estilo de vida Porsche Design y ahora muestra el legado y la filosofía del profesor F. A. Porsche a través de una gran variedad de productos.

En lo referente al Porsche 911 Targa, se presentó en el Salón de Fráncfort de 1965 con el reclamo de ser el primer descapotable seguro del mundo, con un arco antivuelco de 20 centímetros de ancho, un techo desmontable y una pequeña capota blanda trasera con luneta de plástico. Así fue como respondió Porsche a los debates que se planteaban en Estados Unidos sobre la peligrosidad de los vehículos descapotables. Poco después llegaría el techo trasero panorámico con cristal calefactable. La denominación 'Targa' se debe a la Targa Florio, una conocida carrera de resistencia que tenía lugar en la isla italiana de Sicilia, y en la que, por aquel entonces, Porsche había ganado cuatro veces.