Cómo los coches de calle han cambiado los neumáticos de Fórmula 1

La Fórmula 1 representa uno de los escaparates más grandes del mundo, especialmente en todo lo relacionado con la tecnología. Elementos como la suspensión adaptativa de Williams - que aplastó al resto de oponentes a principios de los 90, nuevos aditivos para el combustible o el estudio de la aerodinámica de los 70 hasta ahora, tienen un reflejo en los vehículos que conducimos hoy en día. 

No obstante existe un elemento clave que se ha mantenido inalterado hasta 2021, y ese es el de los neumáticos. A ver, no es que éstos no hayan evolucionado; al contrario, el estudio de compuestos hace que hoy día tengamos unas gomas de mucha mejor calidad y que aportan mayor seguridad. Sin embargo, su imagen no estaba alineada con lo que vemos actualmente en la calle. Nos guste o no, la Fórmula 1 es un gran escaparate tecnológico pero también publicitario y Pirelli invierte millones de euros en desarrollo para obtener un beneficio, que en parte viene de su imagen. El problema es que, a diferencia de otras competiciones automovilísticas, que emplean medidas más cercanas a su uso en la calle, en este aspecto, la categoría reina se había quedado anclada en los años 80 y sus llantas de 13 pulgadas.

A partir de 2022 esta situación cambiará y veremos monoplazas calzados con llantas de 18 pulgadas y neumáticos que, si bien serán específicos, si tendrán una imagen más cercana a los coches de calle actuales.

LA EVOLUCIÓN DE LOS NEUMÁTICOS DE CALLE Y COMPETICIÓN EN 40 AÑOS

Hasta principios de los años 80, la disparidad de medidas en Fórmula 1 era grande, utilizándose de 13 ó 15 pulgadas; lo que hacía que los proveedores de neumáticos tuviesen problemas para proporcionar suministro a los diferentes equipos: que se lo pregunten al equipo Tyrrell P34 y sus llantas de 10 pulgadas, la medida más bizarra de todas.

Para evitar disparar los costes, en el año 1982 se decide unificar la medida de la llanta y se proponen las 13 pulgadas. Teniendo en cuenta que la Fórmula 1 había nacido en Reino Unido, y que por aquel entonces muchas competiciones utilizaban este estándar, tenía sentido que el máximo exponente de la competición utilizase los más parecido a la calle. Hay que recordar que, en los años 80, los utilitarios utilizaban, de media, llantas de 13 ó 14 pulgadas y perfiles de goma de 65 ó 70 por lo que su estética estaba alineada con los monoplazas. 

Sin embargo, a día de hoy, lo cierto es que estas medidas están muy desfasadas y, salvo contadas excepciones, como pueda ser Smart o Fiat, los fabricantes emplean un mínimo de 15 pulgadas, siendo las de 16 cada vez más corrientes. Y ¿qué pasa si nos vamos a esos mismos coches urbanitas ochenteros que mencionábamos antes, pero en versiones deportivas? Un Ford Fiesta RS Turbo de 1990 utilizaba unos neumáticos 185/55-14 mientras que el Ford Fiesta ST nuevo emplea una medida de 205/45-17, siendo las llantas de 18 pulgadas, una opción muy demandada.

Hagamos otra prueba, ahora con un deportivo: en el año 1981, el Porsche 911 –930– Turbo salía, de fábrica, con neumáticos Pirelli Cinturato, en medida 205/50-15 para el eje delantero y 225/50-15 para el trasero. En 2021, el actual Porsche 911 992 Turbo S con tracción integral emplea, de serie, neumáticos 225/35-20 delante y ¡¡315/30-21 detrás!!

Como podéis ver, la evolución ha sido radical pero, ¿a qué responde esa necesidad de incrementar el tamaño? Existen varios factores que han propiciado el cambio:

1. Incremento de las prestaciones: desde los años 80 hasta ahora, el rendimiento de los vehículos ha crecido exponencialmente por lo que, el paso del tiempo ha hecho necesario dotar a los coches de medidas más grandes a fin de poder aportar mayor seguridad y rendimiento.
2. Mejora en los compuestos: el estudio en la competición ha permitido crear mejores neumáticos que aportan mayor seguridad al usuario reduciendo el coste de adquisición.
3. Diseño: parte de la imagen de un coche reside en su 'calzado' al igual que sucede con los humanos. Es por tanto normal que, teniendo en cuenta los dos factores anteriores, los diseñadores hayan recurrido cada vez a medidas mayores, bien para llamar la atención del público, bien respondiendo a unas necesidades reales del vehículo.

LAS MEDIDAS PRINCIPALES DE UN NEUMÁTICO

La goma de un coche de calle y uno de monoplazas no difiere en su concepto general aunque sí en cómo está construido y los componentes que se utilizan. Sin embargo, en lo básico son iguales. Todos tienen:

Ancho: corresponde a la medida, en milímetros, de la distancia entre el flanco interior y exterior. Una sección más amplia nos aportará mejor agarre en superficies secas, mientras que una estrecha lo hará en firmes deslizantes, especialmente en nieve o barro. En el caso de los neumáticos de Fórmula 1, esta medida será de entre 345 y 375 mm en el eje delantero y de 440 a 470 mm en el trasero. Para poner este dato en perspectiva, diremos que un Cupra León utiliza unos neumáticos con 225 milímetros de ancho para una llanta de 18 pulgadas.

Perfil: es la relación entre la altura del flanco expresada en tanto por ciento, respecto a la anchura. En el caso del Cupra León de antes, cuyo dato es de 40 significa que la altura es igual a un 40% de los 225 mm de ancho. Cuanto mayor sea la relación altura/anchura, más grande será el flanco.

Diámetro de la llanta: se expresa en pulgadas y actualmente puede ir de las 11 ó 13 pulgadas, en vehículos clásicos como los Mini y los Fórmula 1 hasta 2021; hasta las 22 pulgadas. En la competición automovilística se ha estandarizado el uso de las 18 pulgadas cuando se trata de asfalto y de 15 para tierra.

CÓMO AFECTA EL CAMBIO DE ANCHURA Y PERFIL

Tenemos la falsa creencia de que un neumático cuanto más grande y con mayor llanta es mejor, y eso no es del todo cierto. Tal y como apuntábamos antes, el aumento en la medida y la reducción del perfil responde tanto a razones de seguridad como de compuesto, comportamiento o prestaciones. Sin embargo, ¿qué diferencias hay entre un neumático con perfil alto o bajo? ¿Cómo afecta a un vehículo de calle o a un Fórmula 1?

Un neumático más ancho mejora el agarre, pero también aumenta el consumo y es más caro de reemplazar. Además, en superficies deslizantes, como hielo o barro, se produce el efecto contrario y existe mayor posibilidad de pérdida de control. En este tipo de circunstancias suelen utilizarse neumáticos más estrechos para maximizar la tracción.

En el caso de una llanta con mayor diámetro, ganaremos en apariencia pero nuestra cubierta de goma será de menor perfil lateral que es uno de los puntos clave que afectará a los coches de Fórmula 1 en 2022. ¿Cómo afecta entonces a cada vehículo?

Coche de calle:

• Perfil bajo: mejoraremos la precisión de guiado, porque el neumático se deforma menos en las curvas y será más reactivo. A cambio se reduce el confort de marcha ya que, al no haber tanto aire contenido dentro del neumático, hace que el comportamiento sea más seco y no ayuda tanto a la suspensión a absorber los baches. Además, son más propensos a los pinchazos, tanto en carretera – por un agujero- o un bordillazo en ciudad.
• Perfil alto: el comportamiento es algo más impreciso aunque ganaremos en confort. Es una solución para sencilla mejorar el confort si tenemos una configuración de suspensión dura. Hay que pensar que el aire dentro de un neumático es un elemento amortiguador. Un mayor perfil también nos ayuda a levantar un vehículo sin necesidad de recurrir a cambios de suspensiones o de casquillos –en el caso de un coche con chasis de largueros-.

Fórmula 1:

• Perfil bajo: la incorporación de la llanta de 18 pulgadas conlleva la reducción del mismo lo que redunda en un neumático más duro, con una respuesta más seca y hace al monoplaza más reactivo, solucionando el subviraje en curvas lentas. Por el contrario, las suspensiones tendrán más trabajo ya que todo el conjunto será más seco. Del mismo modo, los pilotos tendrán que tener cuidado al atacar curvas y pianos, así como guardarse de trozos de fibra de carbono, ya que los nuevos neumáticos serán más susceptibles de cortarse o pellizcarse.
• Perfil alto: con las llantas de 13 pulgadas, el perfil del neumático era mayor lo que les permitía introducir más aire en el neumático, porque era más grande y, al tener más 'balón' podían ajustar mejor las presiones. También, al igual que en un coche de calle, ayudaban a la suspensión a reducir los esfuerzos ya que actuaban como elemento amortiguador.

CONCLUSIÓN

Hay un dicho popular que dice que hay que renovarse o morir y, parece que, después de 40 años la Fórmula 1 ha tomado nota. Sin duda, el deporte rey del automovilismo se había quedado estancado en lo que a neumáticos se refiere y, teniendo en cuenta que vivimos en un mundo audiovisual en el que la publicidad mueve millones de euros, era imperativo que los monoplazas cambiases de rumbo. A partir de 2022 Pirelli podrá asociar de manera mucho más clara sus neumáticos a la F1 como ya lo hace con el World Rally Car Championship al tiempo que se alinea con la mayoría de disciplinas de coches de circuito que emplean llantas de 18 y perfil bajo, tales como el Campeonato del Mundo de Resistencia o los diferentes campeonatos de GT.

Será interesante ver cómo se adaptan los pilotos a este nuevo calzado y si realmente incrementarán el espectáculo, unido a la nueva normativa sobre aerodinámica. Ya queda menos para conocer el desenlace. Si quieres saber más sobre el tema no te pierdas nuestro artículo de Llantas de 18 pulgadas: los nuevos 'zapatos' de la Fórmula 1, en el que comparamos las actuales de 13 pulgadas frente a las que llevarán en 2022.