Spa: no es culpa del agua sino de las reglas de parque cerrado

Los aficionados recuerdan carreras míticas en agua, victorias inesperadas –Olivier Panis o Jean-Pierre Beltoise en Montecarlo–, títulos que cambian de manos en segundos –de Felipe Massa a Lewis Hamilton en Brasil 2008– y también escenas increíbles –Schumacher llevándose por delante a Coulthard en plena recta en Spa– y sobre todo que las carreras se vuelven más interesantes cuando hay agua de por medio… aunque no tanta como la cortina de Spa.

Nigel Mansell, 'Il Leone', recuerda que ellos corrían "aunque hubiera monzones o tifones. Lo hicimos en Australia 1991, en Japón 1994, en Estoril 85, en Mónaco 84", pero dice que eso era posible porque no había la regla absurda del parque cerrado, "que quizás debe abolirse algunos días".

Para muchos está claro que la regla del parque cerrado, que no permite ajustes entre clasificación y carrera es un corsé que seguirá provocando problemas cuando el domingo llueva de forma torrencial, como en Spa-Francorchamps. Poder poner los coches en configuración agua: más carga aerodinámica, distancia al suelo aumentada, suspensiones más blandas; en otra época incluso se prescindía de los frenos de carbono y se volvía a los discos de acero. También se tapaban entradas de refrigeración –de motor y frenos– para intentar que la temperatura de funcionamiento de estos elementos fuera la adecuada y, por supuesto, había algunos ajustes en el motor para evitar respuestas demasiado bruscas, hacerlas más progresivas.

"Es lo que hacíamos en nuestra época. Creo que en Spa se tenían que haber permitido estos cambios. Se debía evitar la farsa, que ha afectado a la credibilidad de la Fórmula 1", ha confiado Mansell a Peter Windsor.

Mansell dijo también que debía evitarse ir tras el coche de seguridad "porque éste es demasiado lento" y supone un problema para mantener neumáticos y frenos en temperatura adecuada. Piensa que sería mejor establecer un tiempo mínimo de vuelta, unos 20 ó 30 segundos por encima del ritmo habitual… que además posiblemente habrían servido para drenar más agua del asfalto.

El problema de visibilidad es uno de los más graves. Sebastian Vettel y Fernando Alonso, que corrieron en Fuji 2007, creen que ahora este aspecto es peor que entonces. Los neumáticos son más anchos, el efecto suelo 'succiona' más agua del asfalto –subiendo la suspensión disminuye el efecto suelo– y por tanto, el espray que se lanza es superior.

Las reglas de parque cerrado son la causa. También toda la parafernalia de la presentación de pilotos, preparación de parrilla y demás, que consumen mucho tiempo. La idea de recuperar un warm-up para que los pilotos prueben la configuración nueva y de paso, vayan drenando agua al pasar, y se detengan en parrilla para una salida casi inmediata, sin el típico paseíllo de vips y autoridades… que a los aficionados les importa un pimiento. Ni siquiera los de tribunas de meta se enteran de mucho porque los coches están ocultos por la multitud que pulula por la pista.

Posiblemente si todo esto se hubiera hecho para estar listos a las 15:00 CEST., se hubiera podido dar la salida o quizás habría que haberla retrasado un poco. Esto podría modularse a base de interpretar el radar meteorológico.

La F1 actual es prisionera de la parafernalia y un reglamento que coarta libertades pero a la vez deja zonas grises, que no contempla situaciones inesperadas… que provocan ridículos como el otorgar puntos por la farsa de Spa.

Y hay otros detalles que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, si la carrera hubiera comenzado a las 14:00 CEST en lugar de a las 15:00 CEST, la situación habría sido mejor. Quizás si la fecha fuera otra, el riesgo de lluvia hubiera sido menor. Son detalles que deben tenerse en cuenta de cara al futuro. Y está el tema de los secadores no para secar el asfalto, sino para disminuir la capa de agua sobre él y el espray.

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Muchas cosas sobre las que reflexionar. Hasta el momento Michael Masi sólo ha contemplado la posibilidad de adelantar el horario… aunque está por ver si las televisiones están de acuerdo.