Los pulgares de LaF1.es: España

Hamilton. Su cero inicial en Australia lo ha retrasado un poco más, pero el británico ya está donde se merece, en el liderato. Y a ver quién es el guapo que le baja de ahí… Su compañero es el único que puede intentarlo, pero está demostrado que a Rosberg no le es suficiente con su talento. Lewis y sus ingenieros trastocaron un coche que iba perfecto el viernes buscando la excelencia, pero fallaron (algo extraño) y el 44 tuvo que luchar contra un tremendo sobreviraje y la ventaja de neumáticos de Nico al final, pero como en Baréin, volvió a imponerse. Primera victoria de Hamilton en Barcelona y cuarta seguida. Aún queda lejos, pero va directo a por el record de trece en un año que tienen Vettel y Schumacher. Si es por coche…

Red Bull. Empezaron lastrados por su pretemporada, pero ahora son los mejores del resto del mundo. Se nota que las curvas del Circuit le sientan bien a la aerodinámica del Red Bull. Ricciardo pudo lucir sonrisa en un podio que sí se sumará a sus registros después de hacer valer la tercera posición que consiguió el sábado. Además, Daniel volvió a terminar por delante de Vettel, pero esta vez sin poner colorado al alemán, que fue el mejor de largo. Hasta ahora, el traje de su RB10 no le lucía, pero ha sido cambiarle el chasis y ver al tetracampeón que estaba escondido. Tres paradas para remontar once plazas y sobreponerse a un fin de semana que quería condenarle. Seb ya está aquí.

Bottas. El finlandés estará un tiempo sin comprar bebida energética, porque ayer tuvo un empacho de Red Bull. Primero Ricciardo le apartó del podio después de dejar en nada su portentosa salida, y luego un Vettel al que no atisbó a ver durante toda la carrera apareció a dos vueltas del final para retrasarle a la quinta posición. Sin embargo, Valtteri puede estar satisfecho. Igualó su mejor resultado (ya fue quinto en Melbourne) y dejó a años luz a Massa, a quien teóricamente se fichó para tirar del equipo de Grove, pero los 22 puntos que le saca su compañero nórdico hacen patente quien es el número uno de Williams en la práctica. Por si a Felipe se le había olvidado lo que pasó con Alonso…

Ferrari. Montezemolo hizo bien en ir a dar el discurso el viernes y no quedarse hasta la carrera para dar la espantada por no querer ver como uno de sus Ferrari era doblado por los Mercedes. Con quedar retratado una vez es suficiente. La Scuderia está en la UCI y solo Alonso hace lo posible por reanimarla, aunque por mucho que se empeñe no habrá nada que hacer. Evitar otro año en blanco será imposible para los italianos. El F14-T nació con unas carencias que son incapaces de superar y en este gran premio incluso se vio superado por un Lotus el sábado. Ver para creer. Ahora dicen que será en Canadá cuando mejoren… como el que oye llover.

Maldonado. Pastor se está ganando a pulso ser el malo de clase, el que le quita el almuerzo a los niños en el patio y el que todos los días llega a casa con una nota para sus padres. Ayer fue el pobre Ericsson quien sufrió la ira del venezolano con un golpe del todo innecesario que bien pudo acabar con su carrera. Además, el sábado arruinó su calificación estrellándose contra el muro. Los que se entretienen y nos divierten con los montajes y las chanzas que corren por las redes sociales se frotan las manos cuando hay gran premio porque saben que Pastor no les va a fallar. Mientras que Grosjean dio los primeros puntos para Lotus, él los sigue acumulando, pero en su carnet de piloto.

Vergne. El francés no tiene la culpa, solo su mala fortuna le ha traído hasta aquí. El viernes sus mecánicos no le apretaron bien una rueda durante los FP2 y fue sancionado con una penalización de diez posiciones en la parrilla que le llevó a salir el domingo penúltimo. Fue el único que calzó los neumáticos duros de inicio para intentar una estrategia diferente que le llevará a remontar posiciones, pero su carrera solo duró 25 vueltas. Un problema en el escape remataba un fin de semana nefasto para JEV, haciendo que su balanza se decante hacia el lado de los abandonos. Solo ha podido terminar en dos ocasiones y puntuar en una de ellas, mientras que su compañero rookie, Kvyat, no sabe lo que es irse de un gran premio sin ver la bandera de cuadros.