Al habla con Billy Monger: "El dolor de las piernas no es comparable a no pilotar"

Hoy, día del inicio de la 85º edición de las 24 horas de Le Mans, Frédéric Sausset ha anunciado en una rueda de prensa que prepara un proyecto Le Mans para pilotos con minusvalías físicas, a partir de una academia para estas personas, 'La Filière Frédéric Sausset, un volant pour tous'. Ya tiene su primer participante, Billy Monger. El británico ha estado presente en la rueda de prensa y después ha hablado con un reducido grupo de prensa española, en la que estaba presente la grabadora de nuestro codirector, Cristóbal Rosaleny.

"Fred ha hablado del proyecto y cómo funciona el plan de tres años para preparar un equipo de tres pilotos discapacitados que compita en Le Mans en 2020. Esto es solo el principio, hablamos de un proyecto de largo plazo que busca agrupar a pilotos discapacitados para competir a nivel mundial", ha explicado Monger en esa charla con los periodistas españoles.

"Intentaremos estar en la VdeV en Estoril al final del año. Ese es el plan. Tengo muchas ganas, y espero estar preparado, aunque serán semanas muy duras entre el entrenamiento y la adaptación a los nuevos sistemas, pero creo que seré capaz de hacerlo. No he vuelto a pilotar un coche en un circuito desde mi accidente, solo un poco un coche de calle detrás de mi casa. Volver a pista será el próximo paso y así podremos ver qué hay que mejorar", ha agregado.

"Me gustaría volver a un circuito lo antes posible, no sé cuándo será eso. Cuando volví a conducir el coche en mi casa fue muy emocionante. No es lo mismo que estar en un circuito obviamente, pero sentirme independiente y poder hacer cosas por mi cuenta de nuevo fue increíble. Fred demostró el año pasado que este tipos de cosas de pueden hacer y hasta dónde pueden llegar los pilotos discapacitados. No estamos aquí para complementar, sino que queremos ser protagonistas, y a ver si con la ayuda de los patrocinadores podemos seguir mejorando".

Monger afirma que todavía no conoce a otros pilotos en su misma situación, pero que por lo pronto se centra en realizar trabajo de simulador, algo que no deja de sorprender, recordemos, tan solo dos meses después del accidente que le dejó en coma y donde le amputaron ambas piernas: "No conozco a otros pilotos discapacitados… Conozco a otros deportistas que tuvieron lesiones parecidas a las mías y han vuelto a competir, lo cual me ayudó mucho. Pero en automovilismo solo conozco a Fred, y ha sido una gran inspiración para mí. En el simulador he estado probando coches de Fórmula 3. Me costó adaptarme, y empecé tres segundos por detrás de los pilotos de Fórmula 3 de realidad, pero fui mejorando las sensaciones poco a poco. No estuvo nada mal para ser la primera vez", ha confirmado Monger.

Con el único de volver a competir en mente, Monger sigue entrenando más de tres veces por semana y no ha descartado cumplir el sueño de su infancia, ser piloto de Fórmula 1: "Creo que todos los pilotos quieren competir en Fórmula 1, ese era mi objetivo cuando de pequeño veía Lewis Hamilton. No sé si eso podrá ocurrir en el futuro, pero de cualquier modo, Le Mans es un evento muy impresionante. Entreno tres veces por semana y trabajo con los fisioterapeutas para mejorar la fortaleza de mis piernas. Y luego con los amigos que entrenaba antes del accidente sigo yendo al gimnasio para irme preparando. Siempre intento estar lo más en forma que puedo. Me gusta entrenar y voy a seguir trabajando", ha explicado el británico.

La familia de Monger junto con su antiguo equipo de F4 Británica creó una página web con un crowdfunding en Internet para recibir donaciones que les aydudasen a la recuperación del piloto, y en apenas 48 horas esa web había recaudado una cifra superior a 800.000 euros, una auténtica locura y que demuestra la unión de los aficionados del mundo del automovilismo mundial.

"El apoyo que he recibido ha sido increíble, y debo agradecer a todo el mundo. Me ha enseñado cómo reacciona la comunidad del automovilismo mundial, y eso no es solo positivo para mí, sino para todo el mundo. Esto demuestra por qué el automovilismo es el mejor deporte del mundo. Todavía no tengo palabras para agradecer el apoyo", ha agradecido Monger.

Monger ha hablado también sobre el dolor del accidente, el salir del coma y el físico por la pérdida de sus dos piernas, aunque reconoce con una voz temblorosa que donde más siente el dolor es en su corazón por no seguir compitiendo. Ya saben, en muchos casos el dolor físico –sea cual sea– no es comparable al emocional: "Al principio me dolía mucho todo, pero poco a poco me duele menos. El dolor que siento en mis piernas no se compara al dolor que siento al no poder pilotar. Mi sueño sigue siendo tener una trayectoria en el automovilismo mundial, ya sea en F1 o en Le Mans. Ese siempre ha sido mi plan y lo seguirá siendo", ha confirmado.Es lógico pensar que si un adolescente –o una persona de cualquier edad– sufre un impacto en su vida de semejantes condiciones, lo primero que pasaría por su mente serían aspectos negativos y depresivos. Pero ese no es Billy Monger, alguien que no solo tiene pleaneado su regreso a la competición que será solo siete meses después de su accidente, sino que tiene la madurez suficiente como para pensar en un futuro más allá de los circuitos, y quiere volver a la escuela para acabar los exámenes que no ha podido realizar por su accidente.“Ahora mismo solo me centro en mi rehabilitación y el año que viene regresaré a la escuela para acabar mis exámenes y decidir si iré a la universidad. No quiero hacerlos ahora porque no me gusta hacer las cosas rápido y de mala forma", ha concluido Monger.