Audi Quattro: arte en todos los sentidos

Surgido en 1980, su corazón era un motor de cinco cilindros y 2.2 litros que otorgaba alrededor de 200 caballos. Pero su gran arma era la tracción integral, que la propia Audi había desarrollado en un Volkswagen, el Iltis, un todoterreno para uso militar.

Primero en el Grupo 4, con un aspecto similar al de serie, pero después convertido en una diabólica máquina tanto de aspecto como de mecánica en el Grupo B, el Quattro es un mito. Y por ello, Audi recibe al año miles de fotografías de propietarios y fanáticos del coche.

Así que Audi ha querido devolver tanta pasión elevando el Quattro a la categoría de arte en lienzo. Para ello, pidió al diseñador de coches y pintor estadounidense Camilo Pardo la realización de una obra original.

Y Pardo, natural de Nueva York pero afincado en Detroit, que fue uno de los encargados del diseño del moderno GT40, y que se ha convertido en un respetado pintor, entre otros, de coches, ha realizado un guiño a todas esas fotos, tomando como modelo una de ellas, pintada como si fuera una publicación de Instagram.

Hace 25 años, el Quattro cesó en su producción. Ahora ya podemos decir que es una obra de arte en todos los sentidos.