Renault traerá mejoras en cada carrera en los próximos dos meses

Durante el transcurso del invierno, los ingenieros de Renault se vieron obligados a diseñar el nuevo chasis bajo un reducido límite de tiempo después de que la confirmación oficial de la compra sobre Lotus no se efectuase hasta final del mes de diciembre. De esta forma, la arquitectura del RS16 se asemeja en gran medida al antiguo E23, denotando una evidente ausencia de grandes evoluciones aerodinámicas para tratar de reducir la distancia con sus rivales más directos.

Pese al relativo estancamiento que ha sufrido el proyecto en sus compases iniciales, Permane espera que la cita de Barcelona marque el inicio de una estrategia de desarrollo más agresiva en diferentes elementos del monoplaza. "Tenemos nuevas piezas aerodinámicas, mejoras en la suspensión delantera y una actualización del motor para Canadá, así que esperamos introducir algo en el coche cada carrera entre las próximas seis u ocho carreras", indica el británico en palabras a Autosport.

Así, en la estructura de Enstone apuestan por que las mejoras de Montmeló permitan al proyecto "volver a la normalidad" y aspirar a posiciones más competitivas. "Aún no estamos a ritmo completo y seguimos fortaleciéndonos, pero es algo fantástico", apunta Permane. Sea como sea, Renault no utilizará algunas de sus piezas más notorias hasta los test post-carrera que se celebrarán el martes y miércoles sobre el Circuit de Barcelona-Catalunya, una tendencia que también adoptarán otros equipos de mitad de la tabla.

Entre ellas se encuentra la nueva suspensión en el tren delantero, que será introducida oficialmente el Gran Premio de Mónaco tras su estreno en los test de la próxima semana. La gran actualización en el motor no llegará hasta el mes de junio en Montreal, aunque las pruebas de Barcelona deberían evidenciar el importante paso hacia adelante que persigue Renault en su intento de reducir las distancias con Mercedes y Ferrari.