Webber critica la educación del público de Monza

La pasión que emana del Templo de la Velocidad es bien conocida por todos los integrantes del paddock, pero aunque tal sentimiento resulta positivo cuando de animar a un piloto de la Scuderia Ferrari se trata, no lo es tanto cuando el hombre que recoge el trofeo de vencedor no conduce un bólido de Il Cavallino Rampante.

Vettel fue sonoramente abucheado por los mismos aficionados que hace cinco años corearon su nombre después de que conquistara Italia a los mandos de un Toro Rosso, pero el de Heppenheim no pierde el sueño en absoluto, pues está convencido de que esta reacción es la confirmación definitiva del buen trabajo hecho desde Milton Keynes.

El ambiente no ha sido el correcto, pero es su decisión

Sin embargo, Webber ha lamentado que el recuerdo de su última carrera europea se vea manchado por una imagen que, a su entender, escapa de la educación y el respeto que acompañan o deberían acompañar el mundo del deporte.

"Estoy muy contento de estar en el podio de Monza, es uno de los más famosos del mundo. Ha sido brillante vivir esta experiencia, pero el ambiente no ha sido el correcto después de la victoria de Seb. Sea como sea, es su decisión".

El australiano cruzó la línea de meta en tercera posición, justo por detrás de un Fernando Alonso a quien desafió en la frenada de la Variante della Roggia a escasas vueltas para la bandera cuadriculada. Fallida la maniobra, Mark no dispuso de ninguna oportunidad más para adelantarlo.

"Mantuve un bonito duelo con Fernando, jugó limpio, y después de eso me concentré en mi propia carrera. Sebastian ha sido muy fuerte aquí, ha sido genial conseguir este resultado", apuntó el de Queanbeyan.