Los fans de Carlos Sainz se preguntan: ¿puede remontar Williams?

En el mundillo actual de la F1 se dice que se precisan cinco años para hacer un equipo ganador, cuatro en el mejor de los casos. Año arriba, año abajo, es lo que tardó Mercedes en hacerlo con equipo propio… pese a comprar el equipo campeón. Es lo que tardó Red Bull desde que formó equipo propio hasta gana; lo mismo para poner en marcha la era actual. Y aun así, en ocasiones no se ganan títulos, pero al menos se lucha por ellos.

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¿Es capaz Williams de ofrecer este cambio? Y, sobre todo, ¿hacerlo en menos tiempo? Parece difícil. Su última victoria data de 2012, aquella victoria increíble de Pastor Maldonado precisamente en Barcelona. Y la anterior se remonta a 2004. Y el anterior podio, a 2008. Pero lo que sí puede hacer el equipo es dar un cambio importante, llegar a media tabla. Después de todo, pocos esperaban un 2023 como el que Fernando Alonso hizo en Aston Martin.

Volvamos a 2012. Aquel año, Williams fue octavo en el campeonato de Constructores. El 2013 fue peor, ni un podio, noveno… pero en 2014 dio el salto, de novena a tercera posición, con Felipe Massa como líder de equipo, sumando nueve podios entre el brasileño y Valtteri Bottas. En 2015 se mantuvo tercero del campeonato, aunque solo logró cuatro podios y muchos menos puntos; Mercedes y Ferrari acapararon el botín.

Toto Wolff conoce bien la historia. En 2012 no sólo era director general de Williams, sino también accionista del equipo. Dejó el cargo en 2013 y promovió un gran cambio en el equipo y mantuvo sus acciones. Tardó en venderlas… oficialmente.

No deja de ser una coincidencia que James Vowles, el brazo derecho de Toto Wolff durante los mejores años de Mercedes, sea ahora director de Williams.

Algunos señalan el ejemplo de Brawn en 2009, el ‘veni, vidi, vinci’ de la F1 y adiós por la foto. Les gustaría que Williams pudiera hacer lo mismo. Fue algo muy meritorio pero con trampa, que no va a suceder.

Ross Brawn llevaba mucho tiempo diseñando ese coche con una generosa financiación de Honda. Cuando el motorista decidió arrojar la toalla, Brawn convenció a los japoneses de que en lugar de cerrar le cedieran el equipo y convenció a Mercedes para que les dieran motores. Sabía que tenían un gran coche, el mejor: sorprendieron a todos y cuando reaccionaron, ya estaban muy lejos. Pero un año después, ya en manos de Mercedes, se tuvo que reconstruir el equipo y trabajar muy duro. Brawn había conseguido hacer correr el coche, pero a costa de no desarrollarlo y contar con el personal de gestión del monoplaza. Sin embargo, el grueso de ingenieros de diseño y desarrollo habían sido despedidos.

Pero sí hay un ejemplo curioso. En 2009, Renault fue noveno en el campeonato pese a tener a Fernando Alonso en sus filas. A final de temporada, Genii Capital, de Gerard López, se hizo con el equipo y en las siguientes temporadas ascendió a quinto, quinto, cuarto y cuarto, incluso ganó dos Grandes Premios ya rebautizado como Lotus, antes de caer en picado en 2014 para ascender a sexta en 2015 antes de que Renault lo recuperara.

Bueno, pensar que Williams puede ganar parece utópico. Incluso pensar en podios debería considerarse casi descabellado, aunque algunas veces saltan sorpresas, como en 2012. Lo que no es descabellado es llegar a media tabla en 2026 o 2027.

Cara a 2026, Aston Martin pasará a Honda. Williams puede ser equipo 'asociado' a los de la estrella, ocupando su lugar.