Llegó el momento de elegir para Carlos Sainz

Todavía no se sabe dónde irá Carlos. En el horizonte se dibujan sólo cuatro asientos libres realmente, aunque en Mercedes y RB todavía quede por anunciar un asiento, todo el mundo sabe que está ya designado: Andrea Kimi Antonelli en los de la estrella y en RB, las cosas van por otros derroteros.

Sainz tiene ante sí cuatro destinos teóricos posibles: Audi, Williams, Alpine y Haas. Todos son un paso atrás claro con respecto a seguir en Ferrari, al menos sobre el papel. Y la elección que se complica por varios motivos: las nuevas reglas de 2026. Algunos creen que Carlos debe elegir la opción ‘menos mala’ entre las que tiene por delante, pero la elección debe ser hecha en óptica de futuro, no pensando donde está ahora un determinado equipo, sino donde puede estar en 2026 o en 2027.

CUATRO DESTINOS Y DOS DESCARTADOS

De estos cuatro equipos dos están prácticamente descartados: Haas y Alpine. Haas, obviamente, porque es un equipo de futuro muy incierto y en todo caso de cola de pelotón permanente. Por ello, debería ser el primer descarte, si es que alguna vez ha sido considerada como opción. Alpine está en fase descendente y lejos de tocar fondo. Está en un momento de ‘derribo’ y refundición’, pero con muchas dudas sobre si realmente hay voluntad firme de hacerlo por parte de la casa madre. Una casa, la de Enstone, que Carlos Sainz ya conoce… aunque en la actualidad queden muy pocos de los que estuvieron con él.

Cuando veo a Luca de Meo me acuerdo de un programa de la tele, de esos que te ofrecen la alternativa de reformar tu casa o venderla. Que siempre acaban con esa frase de Hillary Farr y David Visentin: "¿Vais a amarla o vais a venderla?", tras haberles presentado múltiples opciones. Y De Meo debe responder a esa pregunta.

Quedan Williams y Audi. Hace unos meses, posiblemente no habría muchas dudas. Los cuatro aros eran lo mejor por aquello del potencial germano, de que cuando Audi se implica acaba ganado y que se debe, como se ha visto en el Dakar, tener una cierta paciencia. Williams era un equipo de horizonte incierto, en manos de un fondo de capital/riesgo. Dos equipos en situaciones y filosofías realmente opuestas. 

Audi tiene ventajas sobre el papel. Carlos 'padre' les acababa de dar la victoria en el Dakar. Necesitan un piloto líder, trabajador, con conocimiento y que sepa interpretar a los ingenieros y explicarles el coche. Un piloto alrededor del cual construir el equipo. Pero en los últimos tiempos está creando incertidumbres sobre su futuro. Debe partir de una refundación absoluta sobre los cimientos de lo que fue Sauber, invertir mucho y esperar. 

Para Audi será comenzar de cero en 2026, motor nuevo y chasis nuevo, su primer coche de F1. Y aunque Andreas Seidl es una garantía si está al mando práctico, no es menos cierto que existen dudas sobre la ‘intromisión’ de la casa madre y si esta tendrá esa paciencia de esperar cinco o seis años para estar delante, cuatro mínimo. Estamos hablando de 2029-2030.

Eso sí, Audi le espera. Ha presionado para obtener el sí inmediato en varias ocasiones, pero Carlos se ha hecho esperar. Y los de los aros esperan… porque saben que Sainz es la pieza que necesitan, la única disponible. El problema es a la inversa: ¿los necesita Carlos? ¿Es su mejor opción?

LA BALANZA SE INCLINA HACIA WILLIAMS

Entre tanto, la prensa británica parece empeñada en convencer a Carlos para que se decante por Williams. Allí encontrará a James Vowles, valor seguro, y un equipo que se está rearmando. Al menos llevan dos años en progreso, aunque los resultados de 2024 no sean los de 2023. Posiblemente los medios serán limitados… pero Vowles algo debe saber cuando ha tirado los ‘tejos’ públicamente a Carlos e incluso insinuado que le gustaría ‘engatusar’ a Newey.

Los ingresos de Williams de este año, entre derechos comerciales y patrocinadores, se cifran en 272 millones de euros según Business Book GP. No es mucho porque necesita invertir. Por el contrario tiene el motor Mercedes y está ya en fase de ascenso, mientras Alpine está en descenso y Audi, en la de construir los cimientos.

Eso sí, en ambos casos Sainz se enfrenta a un 2025 de absoluta ‘transición’, de estar en pista más que luchar por los estar en el ‘top 6’ o ‘top 8’. ‘Smooth Operator’, como la prensa internacional ha bautizado a Carlos, posiblemente lo tenga más claro.

No se dejará llevar por un solo aspecto, sino que valorará el conjunto de lo que puede ofrecerle cada oportunidad. Es más, un factor clave en su decisión podría ser la flexibilidad a la hora de salir del equipo en 2026 por si quedase un hueco libre en algún equipo de la zona alta de la parrilla. Y, en ese sentido, Williams es la mejor opción.

No es descabellado pensar que pueda decidirse todo en Barcelona. O, a falta de anuncio oficial, que las cosas estén más claras.