Las despedidas no siempre son amargas

Carlos ha sido, sin ninguna duda, el piloto del día. Es más, los aficionados también lo tenían claro y ha sido votado como piloto del día. Es cierto que ayer no encontró la última décima en su SF-24 y sólo pudo amarrar la cuarta posición, pero lo de hoy ha sido una ‘masterclass’.

Sainz ha caído a la quinta posición en la primera vuelta, pero a partir de ahí, su actuación ha sido sobresaliente. En la vuelta 11 ha llegado el primer ‘hachazo’. Charles Leclerc sufría para no bloquear las ruedas delanteras de su monoplaza en frenada y Carlos lo ha aprovechado.

El madrileño, con DRS en la recta de meta, ha llegado emparejado con Charles Leclerc a la primera frenada y ha conseguido materializar el adelantamiento con una bonita maniobra en la segunda curva. Acto seguido, el monegasco y Ferrari han movido ficha y han pasado por el Pit-Lane.

‘Undercut’ incluido –ya no nos sorprende, claro– por esa parada tempranera, Sainz ha tenido que volver a pasar a su compañero de equipo en la pista. Pero, sin pensarlo dos veces, Carlos se ha abalanzado sobre Charles por el interior de la curva 1 en la vuelta 17. Y, una vuelta después, también se ha deshecho de George Russell para colocarse tercero.

El ritmo de Carlos era tan sorprendente que incluso se ha permitido el lujo de presentar su ‘amenaza’ ante el ‘todopoderoso’ Red Bull de Sergio Pérez. Quizás sin el undercut de su compañero hubiese estado más cerca. Pero Ferrari, por supuesto, tiene a su favorito.

Después de una carrera magistral por su parte, Carlos Sainz ha terminado a 2,6 segundos de Sergio Pérez y con 14,5 segundos de ventaja sobre Charles Leclerc. Y algunos lo daban por ‘muerto’ tras el ‘shock’ del anuncio del fichaje de Lewis Hamilton…

Lo de hoy no es un mensaje, ¡es un libro entero! Está claro que Carlos querrá hacer una temporada espectacular para ganarse un hueco en algún proyecto prometedor. De momento, el primer ‘combate’ ante Leclerc y Ferrari lo ha ganado por KO. Quedan muchos, pero ya puede permitirse el lujo de ser un poco más ‘rebelde’. Las despedidas no siempre son amargas…