Ingenieros taquicárdicos, túneles de viento sin luz al final, experimentos mil
Están pariendo, echando humo, duermen a cama caliente como en los submarinos. Los ordenadores de CFD hierven, las seseras pierden cabello y nadie ve la luz al final de los túneles de viento, porque es que no la hay, no como en los cortometrajes de Iker Jiménez. Los ingenieros de la F1 están en pleno maratón de diseño.