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Tras su aparatoso accidente en el pasado Gran Premio de Rusia, Carlos Sainz llega a Austin con ganas de resarcirse tras un fin de semana que resultó ser decepcionante. El español ha asegurado que no tiene "ninguna" secuela y que, tras el accidente, le dejaron "como nuevo". Además, el piloto de Toro Rosso ha criticado que las barreras "probablemente no estuvieran bien colocadas", ya que, según ha analizado, no deberían "haber acabado encima" de él.

Los jóvenes pilotos de Toro Rosso han aterrizado en Austin para la disputa del GP de Estados Unidos. Sainz se enfrenta a un circuito que sólo conoce por el simulador, mientras que Verstappen ya rodó el año pasado allí en los L1. Cercana ya la resolución sobre el futuro de la escudería, ambos se centran en conseguir un gran resultado en una pista que no debería ser muy propicia para su motor Renault, aunque la llegada de la evolución podría darles un plus si deciden usarlo.

Bernie Ecclestone desempolvó la idea de incluir un tercer coche por equipo, ante la posible salida de Red Bull y Toro Rosso de la Fórmula 1. Por su parte, Toto Wolff, quien respaldó dicha propuesta desde el primer momento, aún piensa en ella y considera que sería bueno para muchos jóvenes pilotos ansiosos de subirse a un coche competitivo.

El director de operaciones de Renault, Remi Taffin, ha confirmado que las actualizaciones de la unidad de potencia de Renault están centradas en mejorar la potencia y eficiencia del motor de combustión interna. 

Carlos Sainz tiene las pilas cargadas para afrontar el Gran Premio de Estados Unidos, la primera oportunidad de redimirse después de que en Rusia un problema mecánico le impidiera puntuar en un fin de semana en el que se sobrepuso a un aparatoso accidente y a una hospitalización cautelar para estar presente en la parrilla de salida.

Max Verstappen es uno de los platos principales de la 'silly season' invernal que aguarda en las próximas semanas. La posible marcha de Red Bull de la F1 obliga a sus pilotos a buscarse la vida y debido a esos movimientos ya tenemos los primeros rumores, en este caso rodeando al piloto holandés de Toro Rosso.

En plena crisis de motores, la escudería Toro Rosso se lamenta de la situación que está viviendo junto al otro equipo de la compañía de bebidas energéticas. A pesar del optimismo de Bernie Ecclestone sobre la continuidad en la Fórmula 1 de Red Bull y Toro Rosso, lo cierto es que el equipo austriaco no lo tiene tan claro.

Max Verstappen comenta que sólo el tiempo dirá si el divorcio de Red Bull con Renault ha sido una buena decisión. Lo más probable es que Toro Rosso cuente con propulsores de Ferrari para la temporada de 2016. Después de dos campañas difíciles en cuanto a resultados, los energéticos dejaran a los franceses por su bajo rendimiento. Ambos equipos todavía tienen que asegurar un nuevo proveedor de unidades de potencia, pero la cosa está difícil. 

Franz Tost, jefe del equipo Toro Rosso, confía en que su actual suministrador de motores, Renault y el de McLaren, Honda, conseguirán reducir para el año que viene el déficit de potencia con respecto a las unidades de potencia Ferrari y Mercedes, según unas declaraciones recogidas por la web oficial del Campeonato de Fórmula 1.

A Max Verstappen no le faltan novias en el paddock. El joven holandés ha maravillado a muchos con su pilotaje y la actual crisis en Red Bull así lo manifiesta. Según algunos medios holandeses, Max estaría ya relacionado con Ferrari para 2016 en caso de permitirse un tercer coche para los equipos punteros. Desde el paddock de Sochi, ya se rumorea también estar en negociaciones con Mercedes.

El equipo Red Bull hace caso omiso a las declaraciones de Bernie Ecclestone en las que daba por hecho la continuidad de los de Milton Keynes en la temporada 2016. La escudería austriaca parece que ha desistido y está dispuesta a retirarse de la competición al finalizar esta temporada si no se reúnen las condiciones que reclaman.

Bernie Ecclestone confirmó el pasado domingo en declaraciones a la cadena germana RTL que Red Bull no abandonará finalmente la Fórmula 1 en 2016. Pese a que en la marca de las bebidas energéticas hayan amenazado en reiteradas ocasiones con una posible retirada de la categoría reina debido a la falta de una unidad de potencia competitiva, el dirigente británico confiesa abiertamente que seguirán completando la parrilla junto a Toro Rosso a lo largo de los próximos años, si bien desconoce por el momento el propulsor que equiparán en sus monoplazas.

Carlos Sainz cree que el futuro de Toro Rosso en la Fórmula 1, y en consecuencia su asiento para 2016, está casi asegurado. Los dos equipos de Red Bull se encuentran en una situación crítica después de que la marca de las bebidas energéticas decidiera romper el contrato con Renault un año antes de lo previsto. 

Un Gran Premio más a las espaldas y la situación sobre Red Bull no parece mejorar, sino que cada vez hay más tensión al no haber ningún acuerdo con un motorista de cara al futuro. Toro Rosso no obstante, si tiene un acuerdo con Ferrari a partir de 2016. Cada vez hay menos tiempo y de hecho, ese elemento es el principal enemigo de los austríacos.

Toro Rosso abandona Rusia con la sensación de haber perdido una oportunidad más de lograr muchos puntos y acercarse a Lotus en el Campeonato de Constructores. Carlos Sainz finalmente pudo correr e hizo una gran carrera. Tras salir desde la última plaza de la parrilla, el madrileño se las ingenió para remontar hasta alcanzar la séptima posición; pero a falta de ocho vueltas, su freno delantero izquierdo dijo basta y se vio forzado a retirar el coche. Verstappen partía desde una prometedora novena posición, pero se vio involucrado en el accidente entre Ericsson y Hülkenberg, los cuales no pudo evitar, dañando su neumático, el fondo plano y la suspensión trasera. Pudo continiar y gracias a la sanción a Fernando Alonso, Max se lleva el último punto del Gran Premio.