Sauber y Force India exigen más igualdad en una carta a la FIA

A raíz de su descontento hacia la estructura financiera del deporte, basada en otorgar mayores beneficios a equipos históricos como Ferrari o McLaren, Monisha Kaltenborn y Rob Fernley se reunieron junto a Jean Todt y Bernie Ecclestone el pasado fin de semana en el paddock del Circuit de Barcelona-Catalunya. Aún se desconocen los puntos de acuerdo que surgieron entre las cuatro partes, aunque el previsible retraso hasta la firma de un nuevo Pacto de la Concordia en 2020 habría encendido las alarmas en ambas escuderías para tratar de recibir mayores beneficios que ayuden a garantizar su supervivencia en las carreras.

El contenido explícito de la carta que enviaron anteriormente a la Federación no ha trascendido por voluntad expresa de Fernley, quien resta importancia a las peticiones de Sauber y Force India sobre el deseo expreso de que la Fórmula 1 aplique un sistema presupuestario más sensible hacia los equipos independientes. "Enviamos una carta exponiendo nuestra posición a la FIA y al responsable de los derechos comerciales. No voy a negar que la enviamos, pero tampoco voy a comentar sobre ello", explica Fernley en declaraciones a F1i.

El vínculo entre Sauber y Force India como detractores de las políticas de Ecclestone se remonta al mes de septiembre en 2015, cuando sus dirigentes desarrollaron una denuncia formal ante la Comisión Europea por la gobernanza "horrible" de la categoría reina y su desigual reparto de los beneficios. Pese a la firmeza del argumento, Fernley lamenta que los complicados procesos burocráticos a escala europea hayan retrasado los efectos de la denuncia como detonante de una nueva filosofía más sostenible en la Fórmula 1.

"La Unión Europea se ha reestructurado ligeramente por las presiones a las que está sometido el departamento de competición. Las quejas del deporte se han puesto en una división. Al haberse movido, tiene que volver a pasar por todo el proceso. En otras palabras, la gente tiene que acelerarlo. Desde nuestro punto de vista, solamente podemos trabajar con el proceso que tenemos disponible, y obviamente nos gustaría ver que la Unión Europea lo investigue, porque necesitamos una figura independiente que tenga poder para cambiar lo que sea necesario si ven razonables nuestras quejas", agrega.