Sainz, a una reprimenda de una sanción en parrilla

El madrileño ya acumula cuatro en lo que va de temporada y una quinta conllevaría automáticamente una penalización, como le ha sucedido a Tsunoda.

Carlos recibió dos reprimendas por los incidentes con Guanyu Zhou en Australia y Lance Stroll en Mónaco, y otra por un unsafe release con Fernando Alonso en Baréin.

Y en Monza ha caído la cuarta, en esta ocasión por molestar a Valtteri Bottas en la tercera sesión de entrenamientos libres.

Valtteri venía lanzado y Carlos iba lento. No lo vio venir –la FIA ha empezado a probar retrovisores más grandes, conscientes de que los actuales son insuficientes– y tampoco recibió un aviso desde boxes de que le estaba alcanzado; en el muro, los ingenieros saben exactamente donde se encuentra cada coche y tienen referencias de la velocidad a la que circulan.

Sainz ya ha incurrido otras dos veces en obstaculizar a otro piloto en vuelta rápida, aunque sea en unos Libres. En Melbourne fue con Zhou y en Mónaco con Zhou. Si no fuera porque en Miami no pasó nada, diríase que los circuitos que comienzan por 'M' le sientan mal.

La reprimenda a Sainz ha sido completada con una advertencia al equipo "de que debe estar más atento para informar a sus pilotos que se acercan coches más rápidos" y corroboraron la versión de Sainz de que el equipo no le había advertido, pero ello no le librado de la reprimenda.

Es una advertencia que tiene el precedente de Mónaco, donde los comisarios también culparon al muro de Ferrari de no haberle advertido "en una zona que es 'ciega'" y que las informaciones que le dieron al respecto, y de las que se fio, eran erróneas.