Sainz: "La Q3 está a un segundo y Manor va más rápido; algo falla"

El objetivo realista de pasar a la Q1, pese a ser infinitamente menos ambicioso que en otras carreras, se ha cumplido con relativa solvencia gracias a una vuelta sobresaliente en la primera ronda clasificatoria. Tampoco han sido todo malas noticias en la Q2, donde ha logrado batir a Pascal Wehrlein por más de tres décimas en su último intento. Sea como sea, la realidad indica que Toro Rosso ha pasado de asentarse en la Q3 antes del parón veraniego a vigilar con lupa el avance de los equipos más débiles de la parrilla. Las exigencias de potencia en Bélgica explican el porqué de esta situación, aunque Sainz reconoce que otros factores aún inciertos en el rendimiento del monoplaza están lastrando su competitividad hasta niveles realmente desesperantes en su intento de brillar con luz propia ante la opinión pública del paddock.

Pese a que Kvyat fuera incapaz de pasar de la 19º posición, Sainz se mostraba preocupado con la decadencia deportiva que empieza a mostrar su monoplaza en los compases finales de la gira europea, un fenómeno que ya esperaba sufrir a partir de Bélgica, pero que está arrojando sensaciones realmente negativas de cara al resto de la temporada. "Sí, estamos realmente lejos de la Q3. No es que esperáramos entrar a la Q3 este fin de semana, pero sí quedarnos a dos o tres décimas para, si pasa algo en carrera, pescar algún punto. Pero ahora no estamos para sacar puntos porque los del Top 10 nos sacan un segundo, así que hay algo que falla y no va bien en el coche aparte del motor, que ya sabemos que es una penalización. Hay que analizarlo, ver qué está pasando y si podemos solucionarlo y no perder tanto tiempo", destaca el madrileño con gesto contrariado.

LOS PUNTOS, UNA UTOPÍA: MANOR Y RENAULT SUPERAN AL STR11

Sainz ha conseguido evitar que Sauber y Manor tiñeran de negro una jornada ya aciaga para los intereses de Toro Rosso, aunque confiesa que la cercanía de ambos Renault a los puestos de acceso a la Q3 se ha convertido en otra sorpresa negativa de la jornada. "No me lo esperaba, al fin y al cabo Renault tiene mejor motor que nosotros, pero no mejor chasis. Lo peor es que van mejor que nosotros en el segundo sector y ahí no entendemos el porqué", indica Sainz haciendo énfasis en la falta de agarre que ofrece el monoplaza sobre la zona con más curvas del circuito. El desastre del STR11 en Bélgica ha podido ser aún más grave si Wehrlein no hubiera cometido un error en la Q2, tal y como explica el propio Carlos. "Ha debido cometer un error, porque su tiempo en Q1 era más rápido que el mío. Su coche aquí estaba delante del nuestro", sostiene. 

La sensación de arrancar la carrera de mañana sin opciones reales de luchar por los puntos es el verdadero motivo que frustra la psicología de Sainz. Su capacidad de obtener el máximo potencial del coche ha quedado ratificada con una actuación notable en la Q2, pero las limitaciones sobre las rectas de Spa-Francorchamps vierten un pesimismo notable de cara a la carrera de mañana. "A mí al final lo que se me pide es que saque el máximo rendimiento del coche y creo que es lo que he hecho. Para nosotros, pasar a la Q2 era como pasar a la Q3 en cualquier otra carrera del año. Mañana no hay nada que perder, así que si cae alguna lluvia no nos vendría mal, que pase algo raro en carrera, que las ruedas se comporten de forma extraña… todo lo posible para pescar algún punto. Si se logra, será una verdadera machada", afirma convencido.

La vuelta de Sainz pudo auparle a la 13º o 14º posición si no llega a perder tiempo con el coche de Sebastian Vettel en la última curva del circuito, un episodio oculto bajo las cámaras de televisión pero fácilmente apreciable en el GPS que ofrece la FOM a través de su aplicación oficial para dispositivos electrónicos. El madrileño no descartaba exigir una aclaración formal a la FIA, aunque evita acusar al tetracampeón y profundizar en la polémica. "He perdido un par de décimas por culpa de ese incidente, que estoy seguro que no lo ha hecho a propósito, pero tampoco lo hice yo en Hockenheim y me cayó una penalización de tres posiciones. No lo sé, he tenido que frenar por dentro en la última chicane, no tenía ángulo de giro y he perdido dos décimas, pero como siempre, habrá que preguntar a la FIA si se investiga o no".