Sainz: "Ganaremos entre seis y ocho décimas con el motor Ferrari"

El motor italiano no sólo supondrá un incremento de velocidad, también será una garantía de fiabilidad mecánica, la gran enemiga de Sainz. No quiere hacer demasiadas predicciones antes de tiempo, pero le gusta lo que ve en Faenza y cree que no sería descabellado terminar alguna carrera en el podio.

"(El motor Ferrari) nos va a dar un plus. Se habla de que (ganaremos) un segundo por vuelta. No creo que sea un segundo entero, ¡ojalá sí! Pero creo que ganaremos unas seis u ocho décimas de segundo. Entonces te paras a pensar y dices: ¿Todos los equipos van a mejorar tanto? Yo lo dudo. Ojalá demos un paso adelante en competitividad y estemos quintos en el Campeonato en vez de sextos o séptimos, que es el objetivo", ha dicho en declaraciones a la radio española COPE.

¿De verdad todos los equipos mejorarán tanto? Lo dudo, ojalá demos un paso adelante

"(El podio) depende de muchas cosas. Ojalá haga un podio esta temporada, pero no nos engañemos, no sería lo normal. Puede ocurrir, pero también podría haber ocurrido en mi primer año. Si lo piensas, hubo un par de carreras en las que de haber salido todo perfecto hubiera terminado en el podio. Ojalá ocurra en 2016, pero lo normal sería que no fuera el caso". Una buena actuación le podría abrir muchas puertas, sobre todo ante la perspectiva de que 2016 pueda ser el último año de Kimi Räikkönen con Ferrari. Suenan muchos nombres, pero Sainz tiene claras sus prioridades. "¡A quién no le haría tilín ese puesto! Pero tengo un año demasiado importante por delante como para ponerme a pensar en el puesto de Räikkönen".

Conseguir semejantes resultados irremediablemente pasará por dejar atrás el fantasma de las averías mecánicas. Sainz fue el segundo piloto con más abandonos en 2015, siete en total. Sólo le superó Pastor Maldonado (9). "El año pasado tuve muchos momentos de mala leche. Tuve que contenerme e hice bien en hacerlo, porque hubo momentos complicados y tensos. Me pasó dos veces: en Spa-Francorchamps en la vuelta de calentamiento y en Brasil en la vuelta de salida de boxes. En Australia, iba a salir a la parrilla y el coche no arrancaba. Estuve 10 minutos y en esos 10 minutos tienes tiempo de pensar en muchas cosas. Me decía: 'Verás la gracia de que a Sainz no le ha arrancado el coche, verás con el 'trata de arrancarlo' de los cojones'".

El madrileño también comentó el que probablemente ha sido el momento más duro de su carrera profesional: el accidente de Sochi. "Fueron los peores dos segundos de mi vida. Desde el primer impacto hasta el segundo, que fue sin frenos a 200 kilómetros/hora... Imaginad ir por carretera a esa velocidad y que de la nada aparezca un muro a 100 metros de ti, y que no puedas frenar. Esos dos segundos se te hacen eternos, es una sensación muy mala. Casi tan malos fueron los instantes posteriores al impacto. Me quedé sin respiración unos segundos, pero me toco todo el cuerpo y veo que estoy bien, no me duele nada. Intento usar la radio pero no funciona. Pasan los minutos, no me sacaban de ahí (tardaron 17 minutos) y nadie sabía nada de mí. Lo peor era pensar que mi familia lo estaba pasando fatal y yo estaba ahí tan tranquilo. ¡A mi padre casi le dio tiempo para sacarse el visado para Rusia! Fue horrible y ojalá no se vuelva a repetir, pero son cosas que pasan en este deporte".