¡Ahora, con vídeo!: Prueba del Jaecoo 7, ¿están ya los chinos al nivel de los premium europeos?

Omoda es de las primeras, porque Chery lleva muchos años exportando fuera de China, y de hecho es el principal exportador de coches del país asiático, con casi un millón de unidades vendidas fuera de sus fronteras en 2023. Ahora que tiene productos muy competitivos se ha fijado en Europa y, más concretamente, en España. ¿Por qué? Porque España es uno de los cinco mercados más grandes de Europa y es un mercado de los llamados 'de conquista'. Tenemos muchas fábricas, pero ninguna marca se siente como 'propia' –o al menos no tanto como franceses, italianos o alemanes–, y somos un país especialmente sensible al precio porque los sueldos son bajos. Así que Chery ha lanzado Omoda con gran éxito, y no solo de ventas: tiene una amplia red de concesionarios con reconocidos profesionales del sector y un buen equipo de promoción y posventa, y con esos mimbres, ahora lanza Jaecoo, su marca de lujo.

El primer modelo en llegar es este Jaecoo 7 que nos ha prestado Himasa Valencia, la concesión para la capital valenciana y Alicante, y es un SUV de 4,5 metros, el tamaño estándar de esta clase, con un bonito diseño, interiores de lujo, muy bien equipado y con un precio atractivo: desde 31.000 euros en la versión de tracción delantera y 34.000 en el 4x4, ambos acogidos a la financiación de la marca –el precio al contado aún no ha sido comunicado–. El motor es un 1.6 turbo gasolina de 145 caballos, el mismo del Omoda 5, que en breve tendrá esta potencia en lugar de los 185 caballos que lucía en su lanzamiento en marzo de 2024, y ya está a la venta, así que vamos a probarlo.

UN DISEÑO CON AIRES BRITÁNICOS

El diseño convence. Chery es la encargada de fabricar los Land Rover en China, y eso se nota en el 'aire' que tiene este coche al Range Rover Evoque: manetas enrasadas, superficies lisas y un lateral muy inspirado en el modelo británico dejan paso a una parte delantera muy personal, con un frontal de parrilla enorme, bonitas luces led ajedrezadas y faros principales en el paragolpes. La trasera no se queda atrás, con los pilotos altos y en una franja que se asemeja de nuevo a Land Rover, aunque no se puede decir que sea una copia, sino una inspiración. Francamente, no encontramos fallos relevantes en un diseño agradable y personal que no es espectacular ni futurista, pero sí llama la atención y es atractivo.

INTERIOR: TECNOLOGÍA FÁCIL Y AIRES PREMIUM

Vamos al interior, donde de nuevo se nota el estilo premium británico. En nuestro coche, el 4x4 y por tanto el más equipado, el interior es en dos tonos, con un beige claro para la parte alta del interior y uno gris muy oscuro para la parte baja. Los asientos son comodísimos, y tienen regulación eléctrica y calefacción en toda la gama y, en este Executive, ventilación, memoria, entrada y salida con movimiento del asiento… y asientos traseros calefactados, ¡casi nada! La pantalla central multimedia destaca sobre todas las cosas: es grande y es muy muy fácil entender su uso. El volante es… típicamente Range, y eso es bueno porque lo han cambiado para el mercado europeo, y detrás del volante tenemos tanto una buena pantalla de instrumentación digital como 'head-up display' o información proyectada en el parabrisas, que en este caso no molesta a la conducción ni siquiera a las personas de menor estatura. El parabrisas, por cierto, está calefactado con una resistencia interna, un buen detalle en un 4x4 que podría visitar a menudo zonas nevadas.

Los acabados son robustos, el coche parece muy bien hecho y tiene estilo europeo, no desentonaría entre coches fabricados aquí, aunque le falta algo de sofisticación. En cambio, en la pantalla, este coche barre a gran parte de la competencia europea: es grande, nítida, muy fácil de usar y podemos controlar todo tipo de parámetros. Incluso tiene el libro de instrucciones en el mismo y, ¡sorpresa! todo está muy bien traducido al español de España, algo que no pueden decir todos sus rivales chinos. Tiene un control por voz que hace cosas como 'abre el techo solar' o 'cambia de emisora de radio', y cuenta con dos superficies para el teléfono, una de ellas con carga y refrigeración. En resumen, punto muy positivo para Jaecoo.

Detrás, el espacio es enorme, con acceso a través de puertas muy grandes e incluso tres pasajeros podrán viajar cómodos, con tres reposacabezas, salidas de aire y tomas USB. El maletero, con portón eléctrico de serie, es pequeño, no en superficie pero sí en profundidad, y se queda en 340 litros, muy poco para este segmento. El de tracción delantera es mejor, con 430 litros, aunque tampoco destaca. El inconveniente es que tiene rueda de repuesto —una ventaja si salimos fuera de las carreteras o por caminos—, pero eso hace que el piso sea más alto y se pierda en capacidad, lo que será un hándicap para muchos. Podría tener banqueta trasera móvil para poder ganar espacio.

¡EN MARCHA!

Arrancamos, con un botón, por cierto, muy bien ubicado, y nos ponemos en marcha. El coche responde, pero no es un 'crack' en prestaciones. Tiene etiqueta C porque no cuenta con hibridación, lo que va a ser un hándicap para muchos, y la caja automática es de doble embrague y siete marchas. Acelera de 0 a 100 en 12 segundos y alcanza los 180 kilómetros/hora, cifras ya superadas en la industria europea… pero más que suficientes para la mayoría de usuarios. 

Nos vamos de escapada rural y el primer trayecto lo hacemos 'en vacío', comprobando las prestaciones y el desempeño en general del coche: es silencioso –tiene cristales delanteros dobles, además del habitual parabrisas laminado– y se mueve perfectamente bien en carretera. La suspensión es algo más dura de lo esperado y… tanto mejor, así tampoco inclina mucho ni tenemos grandes inercias, porque no resulta incómoda. El consumo, eso sí, es de 7 a 9 litros cada 100 kilómetros según sea nuestro ritmo –en nuestra prueba de casi 400 kilómetros marcó 8,8 litros– ¿más alto que los modelos turbo europeos? Sí. ¿Preocupante? No, sobre todo si no vamos a hacer largos kilometrajes a menudo.

Circulamos por algún camino, pero no queremos meternos 'en camisa de once varas' con esta unidad recién estrenada, pero sí que hacemos algún cruce de puentes –dejar una rueda de cada lado sin adherencia– y el coche, a pesar de sus ruedas de carretera, tracciona sin pegas. Las carreteras de curvas, por cierto, muy bien también en este coche.

Terminamos la escapada con el viaje de regreso a casa con toda la familia –tres ocupantes–, y cabe casi todo abatiendo uno de los respaldos traseros, pero no cabe tanto como nos gustaría. Seguro que en Jaecoo ya han tomado nota de ese tema.

Durante el camino de regreso probamos las ayudas a la conducción, y más en concreto la corrección de trayectoria del volante, que nos molesta bastante en autovía: mueve el coche cuando no debe y, al mantenernos en el carril, tiene un claro efecto ‘ping-pong’ en lugar de dejarnos en el centro del mismo, por lo que lo mejor es entrar en el menú y desactivarlo… cada vez que subimos al coche.

Llegamos a las conclusiones: bueno, bonito y con buen precio, este coche se va a vender bien en España. Es un buen coche 'para ser un chino', un país que apenas lleva tres décadas en el mundo del automóvil. El coche es amplio, cómodo, de buena calidad, muy equipado, con una comunicación perfecta gracias a una pantalla muy bien diseñada y con ningún hándicap en cuanto a facilidad de conducción, pero las ayudas de conducción, el rendimiento del motor y el consumo de combustible son peores que en sus rivales europeos, y tampoco tiene etiqueta eco. ¿Es fundamental esto en un coche? Si buscamos lo último de lo último, sí; si queremos un coche para el día a día sin complicaciones, no tanto, pero es bueno saberlo.

Así que el nuevo SUV premium chino con aires de Land Rover impresiona y hay que valorarlo si buscamos equipamiento, tamaño e imagen a buen precio, pero aún tiene que mejorar para enfrentarse, por ejemplo, a un Volkswagen Tiguan o Volvo XC40, modelos mucho más sofisticados.