Racing Point quiere seguir con las reglas actuales hasta 2023 y replantear el nuevo reglamento técnico

Otmar habló el viernes de los planes de Aston Martin para ser equipo ‘top’ en tres años, quizás un objetivo excesivamente ambicioso, lo que hay que vender, el sueño que marca la dirección del trabajo. Y sin embargo lo más interesante e importante que disimulado por una F1 donde lo urgente, el vender ilusión, no deja hacer o retrasa lo importante, algo que desgraciadamente sucede en casi todos los aspectos de la vida cotidiana: el retrasar todavía más la entrada en vigor de las nuevas reglas.

El planteamiento del team principal de Racing Point/Aston Martin coincide en línea general como lo que planteamos hace justo un mes. Entonces nos preguntamos si las reglas 2022 verían algún día la luz, e incluso nos preguntamos si lo realista no sería el tope presupuestario que en su momento insinuó Max Mosley, 40 millones de euros.

Para mí tiene enjundia lo que dijo a propósito de retrasar las nuevas reglas no a 2022 como se ha aprobado, sino para más tarde e incluso replantearlas. Es algo en lo que coincide con lo que asimismo defendió Christian Horner, de Red Bull, aunque en su caso entren en juego también otros motivos.

"Espero que podamos mantener las reglas actuales mucho tiempo aún. El concepto de reglas 2021 –ahora retrasadas a 2022– se hizo pensando en ofrecer carreras más espectaculares y competidas. Si este año, cuando se reanuden las cosas, tenemos buenas carerras, quizás sería prudente estudiar retrasar las nuevas reglas aerodinámicas", ha dicho Szafnauer.

No se le escapa que la crisis de este año dejará muchas secuelas el próximo. Que el techo presupuestario, incluso con el último recorte a 145 millones de dólares, puede ser insuficiente. Que los equipos grandes no tendrán problemas para alcanzarlo pero los pequeños se quedarán muy lejos de él. Que el cambio de reglas, sobre todo si hay cambios radicales aerodinámicos, es siempre caro, muy caro. Que los pequeños no tendrán dinero suficiente para afrontarlo y que se corre el riesgo de conseguir lo contrario de lo que se pretende, es decir ahondar la sima que separa ‘primera y segunda división’.

"Lo que tenemos ahora no es tan malo. En realidad es bastante bueno y, si no cambian las reglas, terminaremos ahorrando dinero. En estos días, deberíamos estar haciendo todo lo posible para tratar de gastar menos", ha expresado Szafnauer.

Las nuevas reglas fueron pensadas para reducir costos y ganar competitividad, pero teniendo en cuenta un límite suplementario superior. Los grandes no quieren saber nada de cambios ni retrasos, aunque Ferrari y la FIA planean ciertas concesiones, como el dejar más horas de aerodinámica a los equipos más competitivos –o limitar más las horas de los grandes–, como una suerte de ‘hándicap’ a los grandes para igualar los temas. Sobre el papel parece interesante… pero se obvia la clave: más aerodinámica, más pasta a gastar.

Para Szafnauer lo que es clave en estos momentos es "gastar mucho menos" y quizás por ello sea imprescindible retrasar las reglas y beneficioso efectuar cambios o retoques.

Es cierto que la FIA no está por la labor y Jean Todt se ha negado en redondo a contemplar un retraso de la entrada en vigor de las reglas, pero la realidad es aún más terca y acaba imponiéndose.

Oiremos hablar más sobre el tema. En realidad cuanto más tarde en reanudarse la temporada y más precario se haga o se puedan recuperar menos pruebas, más se hablará de ello.