Mercedes comprende que la FIA no sacara bandera roja tras el accidente de Russell en Australia

El Gran Premio de Australia tuvo de todo. Por un lado, Max Verstappen, después de casi dos años sin abandonar en una carrera, tuvo que decir adiós adiós antes de tiempo a la cita australiana a causa de un problema en los frenos de su RB20. Sin embargo, la 'comidilla' del fin de semana llegó en la penúltima vuelta, con un extraño accidente de George Russell en la curva 6 del que Fernando Alonso también salió perjudicado, para la gran mayoría, injustamente.

Después de varias vueltas de persecución por parte del piloto de Mercedes al de Aston Martin, Russell acabó contra las protecciones en el penúltimo giro de carrera. El monoplaza del británico se quedó casi volcado en medio de la pista, por lo que sus palabras nada más apretar el botón de la radio fueron claras: "¡Bandera roja! ¡Bandera roja! Estoy en medio de la pista. ¡Bandera roja!".

La FIA decidió sacar un coche de seguridad virtual para no alterar el resultado de la carrera. Recordemos que, cuando hay bandera roja y la prueba no se va a reanudar, el resultado final es el orden de la clasificación dos vueltas atrás. Así pues, si hubieran sacado la bandera roja, como al quedar tan sólo un giro no se iba a reanudar, Russell, que fue quien tuvo el accidente, habría terminado séptimo igualmente.

James Allison, director técnico de Mercedes, ha explicado con todo lujo de detalles la situación que vivió George y, a su vez, ha admitido que la respuesta del sistema de seguridad y comisarios del circuito de Albert Park fue bastante buena.

"Todos los que estuvieron viendo la carrera escucharían los frenéticos mensajes de radio de Russell pidiendo una bandera roja. George se estaba sintiendo increíblemente vulnerable. Sabía que estaba en el medio de la pista. Sabía que estaba en una parte muy rápida del circuito y colocado de tal manera que no podía ver nada de lo que se aproximaba, así como que había coches a toda velocidad que se dirigían hacia él", explica el director técnico de las 'flechas plateadas' en un comunicado.

"Ésa fue la angustia que se escuchó de él, la vulnerabilidad. Lo que no podía saber era qué tan rápido reaccionó Dirección de Carrera, qué tan rápido aparecieron las banderas amarillas, qué tan rápido se pasó a un coche de seguridad virtual... De hecho, creo que fue una muy buena respuesta la de todo el sistema de seguridad para asegurarse de que George estuviera protegido en lo que era una posición muy vulnerable. Él no podía saberlo. Lo único de lo que era consciente es que estaba sentado allí terriblemente expuesto y quería que los demás pilotos estuviesen alerta en términos muy claros", ha continuado el ingeniero británico.

Para finalizar, Allison ha querido dejar claro que este accidente no va a 'traumar' a George Russell para el resto de sus días. Es más, señala que la angustia que expresó el joven británico por la radio sólo le duró unos minutos, pues tras la carrera ya se encontraba totalmente tranquilo y este lunes, con la mirada puesta en el próximo Gran Premio de Japón, ha estado en Brackley llevando a cabo trabajo de simulador.

"Los pilotos son pilotos. No son más que brillantes a la hora de dejar atrás las cosas aterradoras del pasado y seguir adelante. Volvió completamente a su estado normal a los pocos minutos de que eso sucediera. Estaba en la fábrica el lunes trabajando en el simulador. Fueron unos segundos feos, pero no algo que lo mantenga despierto por la noche", ha comentado James Allison para concluir.