McLaren se cansa de las promesas de Arai y pide a Honda su despido

Pese a ofrecer una imagen de unidad desde el arranque de la temporada, cada vez han sido más los frentes de discrepancia entre la filosofía de trabajo de McLaren y la de Honda. El problema estriba principalmente en que la velocidad que exigen desde Woking para batir a Mercedes choca con la excesiva metodología de los ingenieros japoneses, quienes habrían pecado de lentitud en sus tareas.

En cuanto al cuerpo directivo, la imagen de Honda se ha visto comprometida por el excesivo optimismo que suele desprender Yasuhisa Arai en sus declaraciones ante la prensa. A principios de año confiaba en superar a Mercedes en la última cita de Abu Dabi, luego marcó 2016 como el año para luchar por el Mundial, y recientemente veía a McLaren a un nivel competitivo similar al de Ferrari.

El estancamiento que ha sufrido la evolución del MP4-30 a ojos de los aficionados no ha generado una detención simultánea de los vaticinios agoreros de Arai, y es que LaF1.es pudo saber en el GP de Bélgica que la prensa japonesa también ha sido testigo de este tipo de comentarios por parte del máximo responsable de Honda desde la prueba inaugural de Australia.

Si bien hace dos semanas apuntábamos en este portal que los periodistas nipones exigían abiertamente la dimisión de Arai-San, es ahora el propio equipo McLaren quien habría demandado un cambio de aires en la directiva de su socio japonés. "McLaren ha escrito al presidente de la compañía, Takahiro Hachigo, pidiendo que le reemplazen", informa el Daily Mail.

Arai no quiso comentar su posible destitución del cargo durante la rueda de prensa de ayer en el motorhome de McLaren. "No voy a responder", indicaba el directivo. Los periodistas ingleses volvieron a la carga y preguntaron a Yasuhisa si estaba dispuesto a disculparse ante Alonso y Button por liderar un proyecto tan perjudicial para su prestigio en la Fórmula 1. "¿Por qué?, ¿por qué?", comentó descolocado.

Una de los principales reproches de McLaren hacia Arai sería su voluntad de trabajar solo junto a ingenieros de nacionalidad japonesa, muchos de ellos sin experiencia en la Fórmula 1 y sin la capacidad básica de atender los consejos que ofrecen los hombres más experimentados de Woking en busca de unos mayores niveles de competitividad en el monoplaza. La política de aislamiento es, por tanto, un punto en contra de la unión que quieren crear en McLaren.