Los pilotos de F1 ya conocen a Alonso, pero el 'mago' siempre tiene un truco más

Ayer, en caliente, dije que "no traten de entenderlo, es Fernando Alonso". Pero hoy, en frío, hay que intentar comprender cómo pudo hacer la ‘machada’. Porque contener a un Red Bull en un ‘stint’ de 24 vueltas en Interlagos, donde hay varios puntos claros de adelantamiento, es una misión ‘casi imposible’ con un Aston Martin que llegaba a Brasil en ‘horas bajas’.

Sin ir más lejos, Dani Juncadella dejó claro ayer lo difícil que es hacer lo que hizo Fernando. "No sois conscientes de lo complejo que es lo que ha ejecutado Alonso. Contra un coche que le mete 20-30 segundos en una carrera normal, que le pasa a dos vueltas del final después de aguantar más de 20 vueltas, no rendirse y esperar tener una oportunidad buscando trazadas alternativas (iconos de sombreros)", dijo Dani.

La visión del barcelonés es acertadísima. Cuando un piloto es adelantado, en la F1 actual es muy difícil revertir la situación al entrar en aire sucio. Si, además, a eso le añadimos que era la penúltima vuelta –con el ‘golpe moral’ que ello conlleva– y que Alonso iba con un coche considerablemente inferior, parecía muy difícil regresar a la tercera posición.

Pero Fernando lo hizo, y lo hizo a su manera. ¿Cómo? Aprovechando su ‘fama’. No es ningún secreto que el ovetense es uno de los pocos pilotos capaces de ‘tirarse’ en cualquier curva, sin tener que esperar al DRS. La maniobra a Hamilton en la curva 10 de Baréin o el adelantamiento a Sainz en la curva 4 de Azerbaiyán son buenos ejemplos.

Es más, este mismo sábado, en el ‘Sprint’, volvimos a ver una de sus pinceladas cuando se lanzó a por Pierre Gasly en Junção. Son movimientos que pocos pilotos esperan… pero algunos ya conocen a Fernando, y Sergio Pérez es uno de ellos. El problema para el mexicano es que ese conocimiento se volvió en su contra en esta ocasión.

La clave para subir al podio, en mi opinión, fue mantener en ‘alerta’ a Pérez durante toda la penúltima vuelta. Una vez superado, Fernando hace una trazada muy abierta en las curvas 6-7 y ‘obliga’ a ‘Checo’ a tener que recurrir a una línea muy defensiva en la 8, lo cual hace que pierda impulso en su camino hacia el ‘Pico de Pato’.

En condiciones ‘normales’, seguramente Pérez podría haber sacado a Alonso de la distancia de DRS en esa penúltima vuelta gracias a la superioridad mecánica. Pero esas trazadas del asturiano, aprovechando toda la pista y mostrándose en los retrovisores del Red Bull, le permitieron llegar a la última vuelta con una oportunidad.

De hecho, Fernando estaba un poco lejos de Checo a su llegada a la ‘S’ de Senna en la última vuelta, pero ahí entra en juego una vez más su fama. Pérez sabe que Alonso puede intentar el adelantamiento con una frenada tardía –como la que le hizo a Hamilton en la curva 4 al principio de la carrera–, así que decide trazar un poco más a la defensiva… y se deja un metro en la entrada. Un metro que sería clave.

Fernando, que ya había pasado al modo ‘cazador’, decide sacrificar la curva 1 para salir de la 2 con mucha tracción y pegado al mexicano. De ahí en adelante, con rebufo y DRS en la ‘Reta Oposta’, el piloto de Aston Martin completa la maniobra con maestría.

Aún faltaba ‘rematar’ la actuación. Checo tenía una oportunidad en la última recta, pero Fernando, ‘perro viejo’ donde los haya, llevaba toda la carrera probando una trazada alternativa en Junção para salir con más tracción y ganar unos metros muy valiosos. Y, a la postre, esta ‘jugada’ volvió a ser efectiva para subir al podio.

Octavo podio del año para Alonso. En un final de ‘photo-finish’, por sólo 53 milésimas. Sin duda, el más valioso. Pelear con un Red Bull por puro ritmo en seco no parecía posible este fin de semana. Pero el mago asturiano sigue inventando. Y, aunque algunos pilotos ya conocen sus habilidades, él es capaz de sacar tajada de cualquier situación. La inteligencia dentro del ‘cockpit’ está infravalorada.