El GP de Italia en Monza sigue colgando de un hilo
El Templo de la Velocidad lleva tiempo con la espada de Damocles sobre la cabeza. El año pasado Bernie Ecclestone no tembló al hablar de unas negociaciones que no siguen el camino que él cree necesario. Textualmente el jefazo de la F1 dijo "tras 2016, adios". Y según parece, la cosa sigue igual.