Grosjean esperaba una reprimenda de Steiner tras chocar contra Magnussen

Los pilotos de Haas se pusieron rueda a rueda en los primeros metros del Gran Premio de Gran Bretaña, se tocaron y sufrieron daños en sus monoplazas. En las primeras vueltas los dos pasaron por boxes para intentar arreglar los desperfectos, pero eran demasiados como para continuar. En la octava vuelta abandonó Kevin Magnussen, mientras que tres vueltas después lo hizo su compañero de equipo.

Haas prefirió ser cauto y retirar a sus dos pilotos, ya que no iban a conseguir resultados con lo tocados que habían quedado sus monoplazas, algo que lamentan, pues era un fin de semana clave para entender sus problemas de ritmo.

"Algo tocó mi neumático delantero y me lo perforó. Es un punto ciego. Es una pena porque era una carrera en la que queríamos comprobar los diferentes paquetes y me sentía bien, tenía grandes esperanzas para la carrera, pero todo eso desapareció de inmediato", ha explicado Grosjean en declaraciones recogidas por el portal GP Today.

"Los daños eran demasiado importantes y tuvimos que retirar el coche. Desafortunadamente, cuando el neumático se delaminó, el suelo sufrió muchos daños y al coche le faltaba equilibrio. El monoplaza estaba demasiado desequilibrado para continuar", ha apuntado.

Por este motivo, el piloto francés pensó que Guenther Steiner, su jefe, iba a llamarle para acudir a su oficina, aunque retirera que no podía haber hecho nada más para evitar el toque con su compañero. "Creo que el jefe nos llamará para ir a su oficina, pero desde mi punto de vista no había nada que pudiera haber hecho. Tal vez las imágenes dirían lo contrario, pero no creo que haya hecho nada malo", ha expresado Grosjean para terminar.

Steiner no se podía creer lo que había ocurrido. Después de su ajustada lucha en el GP de España, el jefe de Haas fue claro con sus pilotos y con este tipo de incidentes, más aún dada la posición del equipo en la parrilla, que se encuentran novenos, tan solo por delante de Williams.