Gracias a Otmar, Laurent y compañía

Lo que me extraña es que no rodasen varias cabezas ‘importantes’ el año pasado. La gestión fue nefasta, ya que además de perder a Fernando Alonso ante las constantes dudas sobre su rendimiento a medio plazo, también dejaron escapar a Oscar Piastri… ¡y tuvieron que pagar diez millones de euros para poder fichar a Pierre Gasly!

Recapitulemos. Con Esteban Ocon renovado a largo plazo, Alpine tenía un asiento y dos grandes pilotos: por un lado, un bicampeón del mundo de Fórmula 1 que hacía actuaciones que ni los ordenadores podían explicar –véase la clasificación de Canadá 2022–; por el otro, a un ‘chaval’ con mucho talento como Piastri, que venía de ganarlo todo en categorías inferiores.

Pero por ‘amenazar’ y menospreciar a la leyenda –el propio Luca de Meo se atrevió a hacerlo en ‘casa’ de Fernando, en la previa del GP de España–, se quedaron sin Alonso y también sin un Oscar Piastri que se lanzó a los brazos de McLaren. Y lo peor de todo es que Szafnauer, Rossi y compañía no sabían nada de esta historia y se quedaron a cuadros. Aquellos famosos tuits y el comunicado sin declaraciones de Oscar quedarán para el recuerdo.

Szafnauer no dudó en asegurar delante de las cámaras de Netflix que no entendía la decisión de Fernando y que era una cuestión puramente económica, ya que Alpine tenía mejor rendimiento que Aston Martin por aquel entonces. Pero no sabía lo que el equipo de Silverstone tenía en el ‘horno’, y el GP de Baréin ha corroborado que el ovetense acertó.

Fernando demostró ayer que sigue teniendo lo necesario para llevar un buen coche hasta posiciones de podio. Es algo que algunos teníamos claro el año pasado, pero Otmar Szafnauer o Laurent Rossi preferían mirar a la tabla de resultados para alabar a Esteban Ocon y no darse cuenta de que Alonso perdió decenas de puntos por averías mecánicas.

Luca, Laurent y Otmar fallaron a Alonso… y fallaron a todo el equipo Alpine. Tenían a un piloto capaz de sacar el 100% del coche y, además, muy querido por todos los integrantes –desde los mecánicos hasta el último ingeniero– del equipo, como se pudo comprobar en su despedida.

Ayer, mientras Alonso hacía una carrera memorable, en Alpine se confirmaba el desastre. Esteban Ocon se dedicó a coleccionar sanciones y no podemos olvidar que Gasly, aunque cuajó una gran remontada para sumar un par de puntos, salió último tras hacer una catastrófica clasificación.

Si tenemos en cuenta que en el equipo eran muy optimistas tras los test de pretemporada –Matt Harman llegó a decir que podían tener el tercer mejor coche–, queda claro que la carrera de ayer fue decepcionante, ya que han empezado el año en el sexto lugar del Campeonato de Constructores.

Pero también quedó algo muy claro ayer, y es que el equipo no parece tener la capacidad para, al menos a corto plazo, salir del grupo medio. Mientras otros equipos fichan a grandes ingenieros y construyen un proyecto con una base sólida, los directivos de Alpine prefieren gastar su tiempo en soltar palabras vacías. Y no se engañen, la culpa es sólo suya, de los directivos, que no han estado a la altura de la marca y de las circunstancias.

Por todo ello, me gustaría dar las gracias a Luca de Meo, Laurent Rossi y especialmente a Otmar Szafnauer. Su mala gestión fue crucial para que Fernando Alonso apostase por un equipo al alza como Aston Martin. Un equipo del que Otmar salió… porque había mucha presión por ganar. Eso es precisamente lo que buscaba Fernando: ambición y ganas de ganar. La decisión fue acertadísima.