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La mayoría de los equipos lo tienen muy difícil para alcanzar a los tres primeros: Mercedes, Ferrari y Red Bull. Ya se vio en Australia. Es por eso que escuderías como McLaren y Haas confían en que el cambio de normativa puede ayudar a reducir las diferencias entre los distintos conjuntos, para devolver así la emoción de las luchas rueda a rueda a la Fórmula 1.

Después de debutar en 2018 con ambos coches en la zona de puntos –aunque ninguno en Q3– y con esa inesperada 5º posición de Fernando Alonso, el equipo McLaren llega a Baréin con la esperanza de imponerse en la zona media de la parrilla. ¿Se lo permitirán los Haas y Renault?

El jefe de McLaren, Éric Boullier, reconoce que tanto Red Bull como Renault hicieron un trabajo mejor que ellos de cara a 2018. El francés apunta a los problemas que sufrieron en pretemporada como principal obstáculo para no haber podido introducir todas las mejoras que tenían preparadas. Además, explica que tener un personal inferior en número a los de Enstone hace que este año no estén por delante de la marca del rombo, sino a la par de nuevo.

McLaren ha iniciado su era junto a Renault con ambos coches a las puertas de la Q3. Fernando Alonso ha clasificado en décima posición, mientras que Stoffel Vandoorne lo ha hecho exactamente un puesto por detrás. El asturiano afirma que el monoplaza ha rendido hoy a su máxima potencia, pero se muestra confiado con el ritmo de carrera y las mejoras que llevarán en los próximos Grandes Premios.

McLaren ha arrancado el Gran Premio de Australia con muchas expectativas, tras las dos primeras sesiones de entrenamientos libres. Los pilotos de Woking se han colado entre los diez primeros en ambas sesiones y las tandas realizadas por Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne han servido para poner a punto el MCL33. No obstante, se esperan lluvias para mañana, algo que desde McLaren reciben con los brazos abiertos.

El jefe de McLaren, Éric Boullier, prefiere no marcar unos objetivos 2018 que se alejen de la realidad. El líder de los de Woking es consciente de que, de nuevo, no han tenido la mejor de las pretemporadas, así que con estas circunstancias se intentarán preparar lo mejor posible para el Gran Premio de Australia, pese a las limitaciones que tienen por no haber completado todo el rodaje que tenían previsto.

Se acabó el tiempo de pruebas y estamos, por primera vez en 2018, en semana de Gran Premio. Así, el equipo McLaren ya ha desembarcado en Melbourne en aras de aclimatarse al cambio horario y clima del hemisferio sur de cara a la primera carrera del año. Estas son las sensaciones de los protagonistas del conjunto de Woking antes del GP de Australia.

Después de ver la pretemporada de 2018 y los tres últimos años en Fórmula 1, algunos dicen que McLaren quizá se ha marcado objetivos demasiados altos para esta temporada, ejerciendo una alta presión propia sobre sus trabajadores.

El jefe de McLaren, Éric Boullier, ha acusado a Ferrari de romper, con el fichaje de Laurent Mekies, el acuerdo que establece que deben pasar 12 meses entre el momento el que un técnico de la FIA deja su puesto en la Federación y el instante en el que pasa a trabajar para un equipo de la parrilla.

El jefe de McLaren, Éric Boullier, asegura que el matrimonio Alonso-McLaren es más saludable que nunca, llegando a admitir que las buenas actuaciones del español en la pretemporada han dado un gran impulso al equipo. Al mismo tiempo, está seguro de que el piloto asturiano está feliz con la escudería de Woking. 

Eric Boullier entona un discurso moderado y rebaja las expectativas para la temporada 2018. Admite que no encaran Australia en las mejores condiciones. No se atreve a garantizar que el MCL33 sea fiable al 100% y lo descarta de la pelea por las primeras posiciones.

"Dadnos tiempo", pide Eric Boullier. El jefe del equipo McLaren llama a la calma y afirma que es cuestión de tiempo que controlen la fiabilidad de su MCL33, que ha sufrido dos apagones eléctricos -Renault ya ha entonado el mea culpa-, una pérdida de presión hidráulica y una fuga de aceite en estos dos primeros días de la última semana de pretemporada.