Bakú, la llave de los títulos

Bakú. La llave. Nunca mejor dicho. ¿Se han fijado en la forma del circuito? Es auténticamente una llave 'clásica'. La zona del castillo sería el mango y la zona de boxes coincidiría con el llavín; las dos rectas paralelas serían la caña de enlace.

El doble abandono de Ferrari, el de Carlos por los frenos y el de Leclerc por rotura de motor, es un mazazo a sus intereres que en Maranello tardarán en asimilar.

Y llega justo cuando Mattia Binotto acababa de declarar que "nuestro objetivo es ser competitivos en 2022, no ganar el campeonato", con gran enfado de Leclerc, quien replicó que él sí quiere ganar el título. Palabras que –seguro que contra su intención y voluntad– se han convertido en Bakú en premonitorias.

De repente, los dos pilotos de Red Bull están al frente del campeonato. Max por delante de Sergio, con 21 puntos de ventaja sobre el mexicano y 34 sobre Leclerc. Y Russell se escapa de Sainz en la batalla por el cuarto puesto.

En el Campeonato de Constructores, Red Bull sale de Azerbaiyán con 80 puntos de ventaja sobre Ferrari. Es un buen hueco.

Es cierto, sólo llevamos ocho Grandes Premios. Hemos superado el primer tercio de campeonato. Todavía pueden pasar muchas cosas. Pero está claro que en Red Bull han conseguido contrarrestar sus problemas iniciales; doble abandono de Verstappen y un abandono de Pérez.

Pero hay una segunda evidencia que no se puede ignorar. Salvo Ferrari, no hay quien pueda plantar cara todavía a Red Bull. Mercedes sigue lejos, muy lejos. En tierra de nadie. Cuando logren superar su problema de 'porpoising' será tarde para ellos para alcanzar a Red Bull, pero quizás no a Ferrari, que está sólo a 18 puntos.

Incluso en cierta forma Verstappen sale favorecido. Sergio Pérez tuvo la oportunidad de acortar distancias, casi igualar, a su jefe de filas. Mandó buena parte de la carrera, en la fase inicial, pero los neumáticos se vinieron abajo –pese a que Checo es uno de los que mejor los cuida– y Max no perdonó.

En realidad, Red Bull sólo tuvo un punto de riesgo en carrera. Cuando en el primer coche de seguridad virtual decidió mantener a sus dos coches en pista, mientras Leclerc cambiaba gomas. Pudo haberles costado caro… Pero esta claro que aquí, en Bakú, tenían la llave en el bolsillo.