4.000 días sin victorias en F1, pero con mucha magia

Que el ‘resultadismo’ no te impida ver lo más bonito de la Fórmula 1: esas peleas en pista y la capacidad que tienen algunos pilotos para extraer el máximo de sus monoplazas y llevarlos hasta posiciones casi inimaginables si tenemos en cuenta el rendimiento puro. Eso es, precisamente, lo que ha hecho Fernando Alonso en todos estos años.

En realidad lo ha hecho durante casi toda su carrera deportiva, ya que nunca tuvo un coche tan dominante como el Mercedes del inicio de la era híbrida o el Red Bull actual. Pero los 4.000 días sin ganar en Fórmula 1 seguro que ‘retumbarán’ mucho a lo largo del día de hoy, así que repasemos algunas de sus mejores actuaciones en estos diez años, once meses y doce días.

La temporada 2014 en sí ya es una gran muestra del talento del asturiano. Con un Ferrari F14 T que era muy difícil de pilotar y con la ‘presión’ de la Scuderia por traer a Kimi Räikkönen, Fernando no sólo se quedó cerca de triplicar los puntos de su compañero, sino que le endosó un 16-3 en clasificación. Lo que hizo en Hungría para terminar segundo fue increíble.

Llegó 2015 y el McLaren-Honda, con sus infinitos problemas, no nos dejó disfrutar mucho de dos campeones como Alonso y Jenson Button. Pero, ¿acaso alguien pensaba que ese coche estaba en disposición de pelear por una quinta posición en un Gran Premio? Alonso no sólo lo consiguió en Hungría, sino que lo hizo ¡después de haber tenido que empujar –literalmente– su coche hasta el Pit-Lane en la clasificación!

Qué decir de los años siguientes con McLaren… En cuanto la fiabilidad lo permitía, Fernando estaba ahí. Los quintos puestos de Mónaco y Estados Unidos en 2016; aquella famosa salida de Singapur 2017 y, por supuesto, la temporada completa de 2018 fue sensacional. El 21-0 a Stoffel Vandoorne ‘sonó’ mucho, pero me quedo con aquel inicio en Australia, aguantando a Max Verstappen durante buena parte de la carrera para terminar quinto. Pocos olvidarán aquel "we can fight" tras los dolorosos años de McLaren-Honda.

Hagamos un paréntesis. Fernando, al no tener un coche competitivo, dijo ‘hasta luego’ a la Fórmula 1 a finales de 2018, pero por aquel entonces ya había demostrado en otras disciplinas que seguía teniendo intacto su talento: ganó las 24 Horas de Le Mans y estaba a pocas semanas de hacerlo también en Daytona –2019–, pero quizás lo más sorprendente fue verlo en la pelea por la victoria de la Indy 500 hasta que su motor desfalleció.

Es por ello que resulta ineludible decir que son 4.000 días sin victorias en la F1, no en otras categorías. Pero volvamos al Gran Circo, donde volvió a aparecer en 2021. Y, tras un corto periodo de ‘readaptación’ –de cinco Grandes Premios–, la magia regresó. Seguro que Lewis Hamilton aún no olvidará aquella épica defensa de Hungría, así como Sergio Pérez todavía se estará preguntando cómo pudo hacerlo Fernando en Catar para ‘robarle’ el podio. Es difícil de entender, pero Alonso es así.

En 2022, año del supuesto ‘plan’, regresaron los dolores de cabeza en cuanto a fiabilidad. Pero, si la fiabilidad no acompaña, Alonso al menos deja su magia en la clasificación. Lo de Australia fue espectacular, arruinado en el último momento por una pieza de dos euros, pero aquella actuación de Canadá para situar el cuarto coche en la segunda posición de parrilla fue algo que ni siquiera los ordenadores se explicaban. La quinta posición de Brasil en carrera, por delante de los Red Bull, también es algo que escapa a la lógica.

Mientras Alpine se quedaba con el resultadismo y miraba detenidamente la edad de Fernando Alonso, Aston Martin se lanzaba a por él. Y qué temporada nos regalaron en 2023, con aquellos seis podios en los ocho primeros Grandes Premios y, sobre todo, con dos de las mejores carreras que ha hecho Fernando Alonso en su carrera –Países Bajos y Brasil–.

Sólo llevamos cinco Grandes Premios en 2024, pero Fernando ya ha demostrado que sacará todo el potencial del AMR24 y lo llevará a posiciones casi inviables. Salvo en Baréin, que fue todo más ‘predecible’, en las otras cuatro ha tirado de épica para rascar muy buenos puntos. Y no hablemos de la comparativa con Lance Stroll, que sale muy mal parado… y también Sebastian Vettel indirectamente.

Sí, 4.000 días. Pero echen un vistazo al Gran Premio de China. Con lluvia, tercero en la clasificación del Sprint. En seco, también tercero en clasificación. ¿Habrá perdido reflejos a sus 42 años? En las dos salidas –Sprint y Carrera– ganó una posición… y la ‘salvada’ que hizo en la última curva en plena carrera fue de las que otros pilotos no salvan. Mucha magia en 4.000 días.