McLaren piensa en la Fórmula E

Las palabras de Brown han sorprendido porque muchos daban por hecho de que los de Woking pensaban en Le Mans y el WEC con las reglas LMDh, una opción que sigue en evaluación.

El jefe de McLaren precisó, una vez más, que cualquier programa adicional no debe desviarles del objetivo principal, que es la Fórmula 1, "pero este año, con la Indycar, hemos demostrado que tenemos capacidad para estar en una categoría diferente".

La idea de la Fórmula E no es descabellada. McLaren ya tiene experiencia allí, no en vano es el actual suministrador de las baterías, lo que le impide tener equipo en el Campeonato. Pero en 2022, cuando debute el coche Gen3, bastante más potente –350 kilovatios– y bastante más ligero, será Williams Advanced Engineering quien suministrará las baterías, con lo que McLaren tendrá las puertas abiertas a la participación.

Los de Woking tienen una importante división especializada en electrónica –McLaren Applied Technologies– y la Fórmula E puede representar un doble escaparate. De una parte por la posibilidad, admitida por la firma, de lanzar un hypercar eléctrico a finales de esta década. Pero también es una oportunidad de poner su experiencia al servicio de posibles clientes y adquirir todavía más experiencia en el software de gestión de las baterías.

Brown destacó que se dan unas circunstancias favorables para entrar. La marcha de Audi y BMW dejará espacios libres y se trabaja en un límite presupuestario para reducir los gastos, que ya comenzaban a dispararse.

Todavía no se ha tomado ninguna decisión. "Vamos a proceder de la misma forma que con Indycar: vamos a preguntarnos si podemos ser competitivos, si es sostenible en lo comercial y en lo financiero y si se ajusta al perfil de la marca". Tanto Le Mans como la Fórmula E cumplen a priori estos requisitos.