Las reglas de 2021 se mantienen en secreto para no dar ventaja a los grandes

La medida parece contrastar con el anuncio por parte de Ross Brawn, que los detalles del reglamento serán desvelados a cuenta gotas en el mejor de los casos, o más probablemente a finales de 2019.

"La FIA y nosotros hemos publicado un marco reglamentario sobre lo que debería ser el nuevo coche con la finalidad de que los equipos puedan estudiarlo y darnos su opinión. Pero esta información es todavía insuficiente para que se lancen a diseñar el nuevo coche", ha afirmado Ross Brawn.

Brawn ha dado a entender que las reglas ya están prácticamente decididas a falta de pocos detalles, entre ellos ver cómo se comporta la nueva aerodinámica de 2019.

Esta política tiene mucho que ver con lo 'aprendido' por la FIA cuando anunció las reglas de los motores híbridos actuales con notable antelación. Mercedes comenzó a trabajar en ellos con dos años y medio de anticipación y empleando unos recursos espectaculares –se habló de 400 ingenieros extra en la sede de Brixworth y también en Alemania, una inversión de más de 500 millones de euros– que les permitieron debutar con una gran ventaja sobre todos los rivales. Ferrari y Renault subestimaron todo ello y aunque la Scuderia ha reaccionado y está casi a la altura, en Renault siguen en busca del tiempo perdido.

"No queremos que los equipos con muchos recursos ganen tiempo sobre aquellos que no lo tienen, que adquieran la delantera. Pero somos conscientes de que tampoco podemos esperar al último momento porque los equipos con más recursos y personal tienen la posibilidad de desarrollar las cosas mucho más rápidamente", admitió Brawn, quien sabe que cada vez que hay un cambio importante de reglas hay equipos que se toman un 'año sabático', se conforman con lo que tienen, para intentar dar un salto importante con la llegada de las nuevas reglas.

Las nuevas reglas siempre son una oportunidad, pero exigen siempre una fuerte inversión. Incluso cambios considerados menores, como los aerodinámicos de 2019, cuestan un montón de dinero.

Será posiblemente en otoño de 2019 cuando se tendrán las reglas completas, "una vez el coche de 2020 esté ya diseñado e incluso los pequeños equipos puedan concentrase en 2021".

Los coches de 2021 encerrarán unos desafíos realmente complejos, que van mucho más allá de la aerodinámica. El cambio de llantas de 13 pulgadas a 18 representará un cambio brutal en los neumáticos, que será de perfil bajo. Ello implica un replanteamiento de las suspensiones, que deberán tener mucho mayor recorrido que los 2 a 3 centímetros actuales. La razón es que los ingenieros aprovechan la 'deformación' de los neumáticos como si fuera un elemento de suspensión y con el perfil bajo pierden parte de esta capacidad.

La amplitud de este cambio parece ir en contra del deseo de todos de poner un techo presupuestario. Las inversiones en 2020 para desarrollar el coche de la siguiente temporada deberán ser mucho mayores que las habituales. Tanto es así que desde el primer Gran Premio europeo se corre el riesgo de que los equipos más modestos y menos competitivos arrojen la toalla sobre la temporada 2020 y trabajen en 2021. No tendría sentido para ellos emplear tiempo y dinero en intentar desarrollar algo que podría no servir para la temporada siguiente.