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Mis 'youngtimers' favoritos: el Honda S2000 o cuando conducir era lo realmente importante

El roadster japonés contaba con un motor de 2.0 litros capaz de rozar las 9.000 revoluciones por minuto
Las unidades en buen estado en el mercado de ocasión pueden superar los 40.000 euros
Honda S2000 - SoyMotor.com
El bramido del motor del Honda S2000 era uno de sus principales puntos de interés
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06 Abr 2024 - 15:30

Conducción pura y dura. Así era el Honda S2000, un deportivo con mucha más miga de la que su espartana imagen podía anticipar y que ahora puede alcanzar un precio bastante elevado si la unidad en cuestión se encuentra en buen estado.

¿Cuál es el coche de todos los que has probado que más te ha gustado? Esta pregunta es algo recurrente cuando uno lleva años de dedicación a esta profesión. ¿La respuesta? Es imposible elegir uno sólo. Al menos en mi caso. Hay varios coches que, por una razón u otra, han dejado huella. Sin embargo, sí que puedo concretar cuál fue el primero de esos modelos que me marcó: el Honda S2000.

Suzuka, McLaren, la rivalidad entre Senna y Prost, el binomio formado junto a Red Bull para encumbrar a Max Verstappen... la relación de la firma japonesa y las carreras es evidente desde hace mucho, y eso ha tenido su reflejo en la carretera en más de una ocasión. El S2000 fue, desde luego, una de ellas. Uno de esos vehículos que podías imaginar perfectamente en un circuito a pesar de su uso urbano.

El roadster japonés llegó en 1999 para celebrar los 50 años de vida de Honda dotado de un motor de 2.0 litros con 241 caballos de potencia. A pesar de su condición de deportivo descapotable no era un vehículo imposible de adquirir. Su precio superaba por poco los 40.000 euros, y aunque durante su primera vida quizá le faltó algo de enjundia respecto a otros modelos como el BMW Z3 o el Mazda MX-5, ahora es uno de los 'youngtimers' más valorados.

Honda S2000 - SoyMotor.com

La concepción del Honda S2000 tuvo una clara intención desde el principio, ofrecer conducción pura y dura. Y en ello jugaba un papel fundamental su peculiar motor. El V-Tec de cuatro cilindros carecía de sobrealimentación... pero como si la tuviese. Contaba con una leva que se activaba por encima de las 6.000 revoluciones por minuto de tal forma que las válvulas de admisión se abrían al máximo y cambiaba totalmente el carácter del coche. De un descapotable –con ciertas y lógicas incomodidades– que permitía pasear de una forma razonable a un deportivo de rabiosa respuesta. Y todo ello con un bramido tan peculiar como placentero hasta superar las 8.000 revoluciones por minuto –la zona roja empezaba a las 9.000–. Eso sí, a costa de un consumo de carburante que rara vez no superaba los 10 litros a los 100 kilómetros... ¡incluso a ritmo normal!

Esta sensación de coche de carreras venía de más aristas además del motor. Por ejemplo, de su sistema de propulsión y de su cambio manual de seis velocidades. De este último recuerdo su tacto seco y directo, mientras lo primero exigía un alto grado de pericia al volante si se quería conducir a un ritmo elevado. Cabe recordar, además, que las unidades originales ni siquiera tenían control de estabilidad, algo que hacía aún más críticas las reacciones de la mecánica, a lo que debía sumarse un peso de menos de 1.300 kilos en orden de marcha. Y todo ello sin olvidar que llevaba neumáticos más anchos en la parte trasera que en la delantera –245 contra 215–.

Había dos elementos más del S2000 que merecen elogio y que me parecen desde siempre fundamentales para lograr que un coche deportivo se sienta como tal. El primero es la dirección. Debe ser directa y transmitir lo que sucede en el asfalto con el menor número de filtros posible, algo en lo que también influía una suspensión ciertamente firme que evitaba cualquier atisbo de balanceo. Así recuerdo a este 'pequeño diablo', con la única pega de un volante que no podía regularse en profundidad con los problemas ergonómicos que puede ocasionar. En segundo lugar estaba el freno. Firme y preciso, para que permita sentir bien todo lo que ocurre incluso cuando se exige una deceleración contundente.

Honda S2000 - SoyMotor.com

Ver el habitáculo de un Honda S2000 en la actualidad es realmente curioso. Es la antítesis de lo que los fabricantes lanzan hoy en día al mercado. Están presentes los elementos justos y necesarios para conducir, la mayoría de ellos rodeando el cuadro de mandos. Se puede decir que es un interior espartano, pero eso no quiere decir que no estuviese bien construido.

El Honda S2000 es uno de los mejores coches que ofrece el mercado de segunda mano si lo que se busca es diversión por encima de todas las cosas. Eso sí, el estado de las unidades a la venta difiere mucho, lo que tiene una incidencia directa sobre el precio. Las que están alrededor de los 15.000 euros generalmente tienen muchos kilómetros de uso o el volante a la derecha. Son una opción interesante para aquellos que disfruten más del proceso de la restauración que de conducir como tal. Pero si lo que se busca es directamente lo segundo, lo mínimo a gastar son unos 40.000 euros.

2 comentarios
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08 Abr 2024 - 12:59
Comment

No lo he conducido, pero recuerdo uno con suspensiones y refuerzos para circuito, que marcaba tiempos alucinantes en el circuito de Albacete.

08 Abr 2024 - 10:32
Comment

El consumo no suoeraba o no bajaba de 10l los 100km???

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