COCHES

Prueba a fondo

Toyota GT86 2017: excelencia deportiva

Segunda actualización en meses para incorporar nuevas llantas y frenos Brembo de serie
Además, el GT86 recibe pequeños ajustes para mejorar su comportamiento dinámico
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26 Jul 2017 - 13:42

Puede que Toyota no sea lo que fue, pero ya vuelve por sus fueros. No hace falta echar mucho la vista atrás cuando un concesionario del fabricante de Nagoya era uno de los lugares más emocionantes para cualquier verdadero aficionado a los automóviles. Además de berlinas, utilitarios o todoterrenos, la gama Toyota estaba formada por verdaderos deportivos de esos que te encantaría tener entre manos en tu carretera favorita. Hablo de los Toyota Supra, Celica o MR2 y un poco antes no menos mítico AE86, si bien este sólo llego a nuestro país con cuentagotas.

Después de más de una década con una ausencia total de coches verdaderamente emocionantes, bien entrado en el siglo XXI, desde la dirección de Toyota se dio forma a la idea de volver a fabricar un verdadero deportivo, el que a posteriori sería el sucesor del AE86, el Toyota GT86.

FOTOS: Todas las imágenes del Toyota GT86

De igual manera que Mazda cuida al detalle cada una de las nuevas generaciones de su MX-5 para no perder la esencia del original, en Toyota se implicaron al máximo para lograr estar a la altura del mito. Una empresa nada sencilla, dada las numerosas novedades del proyecto que incluía trabajar codo con codo con Subaru así como un nuevo propulsor bajo el capó con configuración bóxer.

Prueba Toyota GT86

Hoy, 2017, en SoyMotor.com probamos su segunda evolución, el nuevo Toyota GT86 2017, un producto ya maduro que representa la quintaesencia del deportivo asequible y divertido en un mercado lleno de SUV y coches sin alma. Una oveja negra que representa y perpetúa el verdadero placer de conducción sin potencias desorbitadas y de la que no nos importaría que existieran más en un futuro. Como buen conocedor del primer GT86, es un coche al que le tenía ganas, para comprobar si Toyota había potenciado sus puntos fuertes y mejorado los débilos para hacerlo aún mejor automóvil.

 

TOYOTA GT86 2017: PRIMERAS IMPRESIONES

Quizás me haya puesto demasiado filosófico en el comienzo de esta prueba tan especial, pero créeme que el coche que probamos hoy no es uno cualquiera. Como luego veremos, con sus virtudes y defectos consigue hacerte sentir especial, a los mandos de un aparato distinto al 99% del resto de los turismos que circulan a tu lado y que te recuerda a cada instante que conducir no es simplemente transportarte del punto A al B.

Prueba Toyota GT86

Pero empecemos por el principio, es decir, el momento de recoger la unidad de prensa en el cuartel general de la marca en Madrid. Allí aguarda un Toyota GT86 2017 que luce llamativo y sugerente entre un Yaris híbrido y un Avensis, gracias a su color rojo Kyuzo y a los nuevos cambios estéticos. Antes de subirme, no puedo evitar rodearlo y fijarme en detalles que emulan a importantes modelos del pasado de la marca, como la forma de la caída del techo y las ventanillas traseras inspiradas en el Toyota 2000GT.

Prueba Toyota GT86

El nuevo frontal es más afilado y personalmente me recuerda al diseño del primer Subaru BRZ, su primo hermano que también ha recibido una actualización este año. Sin grandes cambios, el GT86 luce ahora más atractivo gracias a los pilotos traseros led, llantas de acertado diseño o un alerón menos discreto pero más en línea con la filosofía del modelo. Los detalles negros de parrilla, llantas y otros elementos contrastan a la perfección con el rojo. En mi opinión es la combinación perfecta para el GT86.

 

TOYOTA GT86 2017: MOTOR

Bajo el capó de aluminio continúa el propulsor desarrollado conjuntamente con Subaru, un bloque bóxer de aluminio con 2 litros de cilindrada y admisión atmosférica que rinde 200 caballos y 205 newton-metro de par. El fetichismo de la marca es tal por el número 86 que incluso el diámetro y la carrera de cada cilindro miden 86 milímetros.

Esta disposición mecánica, que ya probé en su día en el Subaru Levorg, permite reducir el centro de gravedad gracias a la disposición horizontal dos a dos con los cilindros enfrentados. Abrir el capó delantero permite deleitarse con un vano motor a la antigua usanza, sin tapas ni plásticos y con todo muy a la vista para “cacharrear”. La ubicación del filtro del aceite es excelente y el acceso general es muy bueno, salvo a las bujías que quedan escondidas por la propia construcción del motor.

Prueba Toyota GT86

El comportamiento del motor es de la antigua escuela: exige revolucionarlo y llevarlo siempre por encima de las 4.500 revoluciones para disponer de un buen empuje y evitar el bache de potencia a medio régimen. Al igual que el resto de mandos, la conexión entre acelerador y motor es instantánea sin retrasos en la entrega como sucede en los motores turbo. Aún así el corte de encendido es muy abrupto, como si nos toparamos con una pared, y da la sensación que jugando con la electrónica podía entregar todavía más potencia por encima de las 7.200 revoluciones.

El motor bóxer exige revolucionarlo y llevarlo siempre por encima de las 4.500 vueltas

En más de una ocasión he leído o escuchado acusaciones sobre lo poco que corre un GT86 de serie. Ahora habiéndolo probado a fondo, apuesto a que la mayoría no lo ha probado antes de opinar, ya que si jugamos con el cambio y lo llevamos en la zona buena, los 200 caballos declarados son más que suficientes para pasar un fantástico rato al volante e incluso ponernos en apuros. En cualquier caso, este deportivo no se mide en cifras sino en sensaciones y sonrisas.

La caja de cambios es otro elemento clave a la hora de exraer la quintaesencia del motor, gracias a unos recorridos muy cortos y un tacto duro pero preciso. Da gusto insertar cada una de las seis velocidades para extraer la quintaesencia del motor.

Prueba Toyota GT86

Gracias a la excelente base del primer GT86, Toyota lo tenía fácil en este apartado, sin embargo, hay un aspecto que no me ha dejado plenamente satisfecho. Y es el sonido. En automóvil de estas características, en el que su uso será eminentemente deportivo –ya sea en pista o carretera- echo de menos una banda sonora a la altura. En este restyling no ha cambiado nada, y el deportivo japonés sigue sonando mucho de admisión y poco de escape. A pesar del conductor que conecta la admisión con el interior para mejorar este apartado, me ha sabido a poco. Nada que un escape aftermarket no puede arreglar, pero claro, lo preferiría de origen.

 

PRESTACIONES*

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TOYOTA GT86 2017 6vel.
0-50 km/h 2,7 segundos
0-100 km/h 7,5 segundos
0-402 metros (1/4 milla) 15,3 segundos
Fuerzas G máxima en curva

0,89 G

*Obtenidas con el acelerómetro Beltronics Vector FX2 

 

TOYOTA GT86 2017: INTERIOR Y EQUIPAMIENTO

Una ergonomía y posición de conducción de las mejores que recuerdo haber probado. Todo cae en su sitio y tiene un accionamiento preciso y directo. Algo muy poco común en coches actuales, con mandos muy asistidos. Los asientos recogen perfectamente el cuerpo y el revestimiento en Alcantara y cuero es un acierto ya que no dan demasiado calor y tienen una imagen más sofisticada que unos de tela.

Prueba Toyota GT86

El sistema para acceder a las minúsculas plazas traseras es mejorable. Se debe tirar de una cinta en un extremo del asiento delantero para liberarlo y desplazarlo hacia delante. Sin embargo, en la realidad no es tan sencillo y exige mañana y algo de fuerza.

En este apartado quizás sea el último que piense el comprador de un modelo de estas características, ya que el Toyota GT86 es más un coche de capricho y para disfrutar el fin de semana. Sin embargo, es plenamente utilizable a diario y apenas presenta inconvenientes si lo elegimos como único coche.

Prueba Toyota GT86

El principal problema es el espacio de las plazas traseras. O más bien, la ausencia de él. Toyota vende el GT86 como un 2+2, pero lo cierto es que a poco que pasemos el 1,75 de altura, la plaza de detrás del conductor queda inservible ya que literalmente no hay espacio para las piernas del pasajero. Además, la caída del techo y la gran superficie acristalada son un verdadero infierno para los valientes que intenten viajar detrás. Igual que en la prueba del Mercedes-AMG C 63 Coupé decía que eran validas para trayectos cortos y emergencias, las del deportivo nipón apenas son válidas para niños.

Prueba Toyota GT86

A cambio, el maletero cuenta con unas formas regulares y abatiendo la banqueta trasera deja un espacio plano, pensado para poder llevar un juego de llantas y neumáticos a tu circuito favorito. Dado que el uso real siempre será biplaza, el espacio de 243 litros del maletero son suficientes para piloto y pasajero.

El interior presenta algunos cambios que los hacen más atractivo. El primero es un volante de menor diámetro y con mandos integrados que permiten no tener que desviar la atención de la carretera. Sin embargo, una vez que arranco me doy cuenta que la verdadera novedad se encuentra en la nueva instrumentación, que cuenta con una pantalla LCD en la esfera derecha.Toyota conoce el tipo de público al que le gusta este modelo y este es uno de los guiños a todos ellos: entre sus opciones encontramos un indicador de fuerzas G, cronómetro, temperaturas del agua y aceite o una curva de potencia y par que muestra ambos en tiempo real. Casi nada. ¡Estos detalles nos encantan, gracias Toyota!

Prueba Toyota GT86

 

TOYOTA GT86 2017: CONDUCCIÓN

A pesar de que incluso en el garaje ofrece sensaciones difíciles de encontrar en la mayoría de turismos a la venta en nuestro país, es cuando pasamos del conducir a pilotar el Toyota GT86 2017 es cuando podemos empezar a apreciar con más nitidez el gran trabajo que han realizado los ingenieros japoneses.

Es en estas circunstancias cuando todo parece encajar: el cambio de tacto duro y directo, ahora permite cambios precisos y rápidos, la sensible y directa dirección permite colocar el coche milimétricamente a la entrada de la curva o a la salida con contravolante, y el motor respira con contundencia entre 5.000 y 7.200 vueltas. Todo funciona mejor cuanto más rápido vas. Y aquí es donde el piloto debe tener mente fría para conocer sus límites y los de la vía pública para no acabar en un lío.

Prueba Toyota GT86

Hasta ahora no te había comentado otra de las novedades del GT86 2017, su nuevo modo Track. Según Toyota este “botón mágico” situado junto a la palanca de cambios, reduce el mínimo la actuación de la electrónica –pero siempre contando con un ángel de la guarda- y ha sido puesto a punto con la experiencia de la marca en las 24 Horas de Nürburgring. Esto en teoría, porque comparado con el modo VSC Sport del anterior GT86 lo cierto es que deja incluso demasiadas libertades al piloto.

Prueba Toyota GT86

Después de recuperar un cruzada seria en la que la electrónica ni está ni se la espera –podrá frenar las ruedas pero nunca hacer un contravolante-, el GT86 me enseña su priemra lección: cada vez conducimos más como los pilotos de Moto GP. Esto es gas a fondo y que sean los controles quienes nos pongan el coche en su sitio. Y aquí es el propio Toyota GT86 quien te demuestra que la realidad es bien distinta. Incluso con “sólo” 200 caballos, operaciones como moderar el gas, el punta tacón o el contravolante, son conceptos necesarios para conducir de verdad. Transportarse es otra cosa.

En un mundo dominado por la electrónica, el modo Track te pone a prueba sin trampa ni cartón

Parado en un arcén después de este torrente de sensaciones, contemplo al deportivo japonés en un apeadero de un puerto de montaña y no puedo evitar que se me escape una sonrisa. Hay pocos como él, de hecho diría que sólo el Mazda MX-5 puede ofrecer sensaciones y una experiencia de conducción similar en su mismo rango de precios. Otros serán mucho más efectivos y rápidos frente al crono, pero hoy nuestra prueba no va de eso.

Prueba Toyota GT86

El vivaz comportamiento del Toyota GT86 2017 tiene otra explicación, además de una configuración específica que permite un tren trasero juguetón que hace trabajar duro al diferencial autoblocante. Y son los neumáticos. Los Michelin Primacy HP en medida 215/40 17 no son unas gomas deportivas. De hecho son las mismas que montaba desde sus inicios.

Esto tiene sus puntos positivos –comportamiento divertido- y negativos –menor agarre-. Por suerte la dirección permite conocer perfectamente el agarre disponible delante. En cualquier caso, en el primer cambio de neumáticos puedes optar por unos más deportivos, que te permitirán un paso más rápido por curva a cambio de una zaga inamovible. Tú decides.

Prueba Toyota GT86

En autopista, el largo desarrollo de la sexta velocidad -3.200 revoluciones a 120 kilómetros/hora- permite reducir los consumos y estar cercanos al par máximo para poder adelantar en cualquier circunstancia. En este terreno, el Toyota GT86 es menos entretenido que en otros, pero igualmente noble. El chasis permite mantener cruceros altos y en las incorporaciones es una delicia apurar el propulsor bóxer hasta el corte. Dispone de control de velocidad –normal, nada de adaptativo- que es cómodo en trayectos largos. La comodidad en estas circunstancias es notable para ser un deportivo.

En un entorno urbano el japonés tampoco se encuentra como un extraño gracias a su compacto tamaño, radio de giro correcto y un motor con empuje a bajas vueltas que permite circular a bajas revoluciones sin así lo queremos. Eso no evita que el GT86 nos incite en cada semáforo a probar sus prestaciones y su magnífico cambio manual. Es cierto que algún conductor podrá quejarse en estas circunstancias de la dureza de ciertos mandos, pero es algo intrínseco al modelo que probamos hoy.

 

TOYOTA GT86 2017: ECONOMÍA DE USO

El modelo más deportivo de la gama Toyota –a la espera de la llegada del futuro Supra– es también un automóvil agradecido en el día a día. Salvo por la falta de espacio en las plazas traseras es plenamente utilizable y gracias a sus bondades dinámicas, convierte cada rato al volante en algo emocionante.

Durante esta semana de prueba el Toyota GT86 2017 se ha mostrado como un coche afable y noble, sin los inconvenientes que si he encontrado en otros deportivos. El equilibrio es una de sus virtudes y esto se extiende a apartados como una suspensión que no te romperá la espalda o un propulsor que puede ser utilizado por debajo de las 3.000 revoluciones sin titubeos y con par suficiente para no quedarnos vendidos en ninguna situación. Además, sus contenidas dimensiones -4,27 metros de longitud- permiten aparcarlo en casi cualquier hueco y la altura de la carrocería nunca fue un problema en badenes o entradas a garajes.

Prueba Toyota GT86

Con el consumo ocurre un poco lo mismo. Si bien este Toyota es muy tradicional y no recurre a downsizing ni otros trucos, su cilindrada y el buen hacer del motor bóxer permiten lograr consumos en torno a los 7 litros cada 100 kilómetros en carretera y autopista, siempre que seamos cuidadosos con el gas y empleemos a menudo la sexta velocidad.

Pero claro, en un coche de estas características que “pide marcha” a cada instante, lo normal es que sean superiores ya que es inevitable no aprovechar sus cualidades deportivas y la adicta subida de vueltas del propulsor atmosférico. Durante la prueba, nuestro Toyota GT86 2017 ha consumido, de media, 8,5 litros –homologa 7,8- efectuando una conducción sin miramientos y con más de un “homenaje al pie derecho”. En ciudad, con los inevitables parones y arrancadas, sube por encima de los 9 litros. Sin embargo, es uno de los coches que he probado, junto al C 63 Coupé, que no te preocupa demasiado el consumo ya que la diversión y sensaciones por kilómetro bien compensan lo gastado.

Prueba Toyota GT86

Sí que es un problema la escasa autonomía, ya que sin apurar al máximo la reserva, su depósito de 50 litros apenas permite recorrer unos 500 kilómetros. Esto hace, que especialmente cuando conducimos en nuestra carretera favorita de curvas –normalmente alejada de cualquier gasolinera- en el que los consumos pueden superar los 13 litros con facilidad, tengamos que estar pendiente de un punto de repostaje intermedio.

En el apartado económico, Toyota ha puesto a la venta el GT86 2017 por un precio que parte de los 32.990 euros sin promociones ni ofertas. La versión automática, nada recomendable por sus larguísimos desarrollos, supone 2.000 euros extra. Como extras podemos elegir colores metalizados (500 euros), retrovisores en acabado carbono (156 euros), tapicería mixta piel y Alcantara (1.500 euros), kit de sonido JBL (699) o navegador (600 euros). El precio final es superior al de la primera versión que partía de los 29.990 euros con cambio manual.

 

TOYOTA GT86 2017: RIVALES

En cifras y sobre el papel existen muchos rivales para el Toyota GT86, sin embargo por sensaciones y comportamiento, los más similares son los siguientes:

Mazda MX-5 Miata La cuarta generación del roadster más vendido de la historia es también una de las más exitosas. Ha alcanzado la madurez con la misma filosofía que lo vieron nacer hace más de un cuarto de siglo. La versión con motor 2.0 de 160 caballos y autoblocante mecánico sería la adecuada para plantar cara al nuevo GT86. Frente a este tiene el gran aliciente de su carrocería descapotable y un comportamiento intachable en cualquier circunstancia. Si lo prefieres también está disponible la versión RF con un precio techo duro tipo targa. Frente al GT86 pierde en espacio interior y en potencia máxima, aunque esto último lo compensa con un peso inferior que ronda los 1.100 kilos.

Fiat 124 Abarth Este modelo lanzado en 2016, supone la versión deportiva del Fiat 124 Spider. Abarth ha mejorado algunos de sus puntos débiles en conducción deportiva añadiendo un diferencial autoblocante, frenos Brembos y sobre todo, incrementando la potencia hasta los 170 caballos. En el fondo no deja de ser un Mazda MX-5 pero con la gran diferencia de su motor 1.4 turbo que cambia en gran medida las sensaciones y forma de ser conducido. Su peor argumento es el precio, que supera los 40.000 euros.

 

TOYOTA GT86 2017: CONCLUSIONES

El Toyota GT86 2017 mejora sus puntos débiles para convertirse en una de las mejores opciones para quien busque diversión al volante. Renovado, con una estética aún más atractiva, el deportivo japonés dispone de un equilibrio difícil de lograr y de una puesta a punto excepcional que se pone al servicio del piloto para regalarle momentos únicos.

Prueba Toyota GT86

 

FICHA TÉCNICA

  TOYOTA GT86 2017 Sport
Motor (tipo): Bóxer Gasolina Turbo 4 Cil. 16V
Cilindrada (cc): 1.998
Potencia (CV/rpm): 200/7.000
Transmisión: Trasera/ Manual 6 vel.
Velocidad máxima (km/h): 226
Aceleración 0-100 km/h (s): 7,6
Consumo medio homologado (L/100 km): 7,8
Largo/ancho/alto (m): 4,24/1,77/1,28
Peso (kg): 1.297
Emisiones CO2 (km/h): 180
Precio en euros: 32.990
Lanzamiento: 2017

 

Prueba Toyota GT86 

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