Porsche estudia usar su motor de Fórmula 1 inédito en un hypercar

La marca alemana busca sucesor para el Porsche 918, pero está ante un dilema: mantener su apuesta por la motorización híbrida o bien decantarse por una tecnología completamente eléctrica, en línea con la senda que ha inaugurado recientemente el nuevo Porsche Taycan.

Si la decisión es apostar por la hibridación, entonces Porsche tiene en cartera un motor V6 Turbo que en su momento creó para la Fórmula 1. Un propulsor que desarrolló durante 2017, cuando su programa en el WEC llegaba a su fin y participaba en las reuniones donde se debatía el nuevo Reglamento de la categoría reina para la temporada 2021.

Las conversaciones no llegaron a buen pie. Porsche se levantó de la mesa, pero para entonces sus ingenieros ya habían creado un propulsor según las especificaciones del Gran Circo. Esto era un V6 Turbo de 1.6 litros con tecnología híbrida, con MGU-K. ¿MGU-H? Un misterio, porque en esos primeros encuentros el consenso era que este componente desaparecería.

El caso es que ese motor existe y que podría ser la base de un nuevo hypercar, como recoge la revista británica Autocar. Eso sí: todo depende de que los directivos de Porsche mantengan su fe en el motor de combustión, porque existe la posibilidad de que pasen página para decantarse por un tren motriz puramente eléctrico.

Este dilema no es estrictamente nuevo, sino que se remonta al Salón de Ginebra, donde altos cargos de la marca ya admitieron que existía una investigación interna para determinar cuál era el camino a seguir. Sus palabras denotaban simpatía por lo eléctrico, pero también recelo porque todo dependía de la evolución de las baterías.

Pero en las últimas semanas la opción híbrida ha ganado enteros, según informa la misma cabecera. Eso sería porque el desarrollo de las baterías no es tan veloz como esperaban en Stuttgart y eso es clave para garantizar una conducción deportiva de altas prestaciones.

De confirmarse que el sucesor del Porsche 918 usa un V6 Turbo, éste se convertiría en el segundo coche de calle contemporáneo en valerse de un tren motriz desarrollado para la Fórmula 1. El pionero fue el Mercedes-AMG One, cuyas entregas comenzarán en 2021.