Mercedes-Benz EQV 2020: probamos la furgoneta 'premium' eléctrica

La familia EQ de Mercedes-Benz recibe un nuevo miembro. Se trata de la versión eléctrica del Clase V, que queda bautizada oficialmente como Mercedes-Benz EQV 2020. Este vehículo, que se fabrica en Vitoria, se presentó en el Salón de Frankfurt 2019 tras la llegada de la versión conceptual meses antes en Ginebra.

Un modelo similar es el Opel Zafira-e, en cuyo interior también pueden viajar cinco personas, si bien se trata de una propuesta menos 'premium' y con una potencia y autonomía más limitadas. Su precio es, además, sustancialmente más económico.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: EXTERIOR

El Mercedes-Benz EQV se vende en dos longitudes distintas, la más pequeña de 5,14 metros y la mayor de 5,37 metros. Obviamente varía también la batalla de ambas versiones, de tal forma que la más corta es de 3,2 metros y la más larga de 3,43. La anchura y la altura son exactas, concretamente de 1,93 y 1,90 metros.

Desde el punto de vista estético el EQV se diferencia del Clase V gracias a la presencia de una parrilla específica que en algunas unidades luce un marco cromado que potencia la elegancia. Ésta, por cierto, no es cierga como sucede, por ejemplo, en el Mercedes-Benz EQC, el primero de esta nueva familia de eléctricos de los de la estrella. El paragolpes delantero esconde, en su parte izquierda, la toma de carga. Por su parte las ópticas están dotadas de tecnología led.

La vista lateral del Mercedes-Benz EQV también presenta algunas peculiaridades. Por ejemplo dispone de la inscripción EQV sobre las aletas. Las llantas, por su parte, son específicas y de 17 pulgadas. La puerta de acceso a las filas central y trasera es corredera en ambos lados.

Mercedes-Benz asegura que ha tratado de dotar a la trasera del EQV de un aspecto lo más deportivo posible. En la parte izquierda del pontón aparece la inscripción EQV 300.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: INTERIOR

El interior del Mercedes-Benz EQV puede albergar entre seis y ocho ocupantes. Lo que cambia es la disposición de las filas central y trasera.

El puesto de conducción, si se obvia el extra de altura, no tiene mucho que envidiar al de cualquiera de los turismos que hoy en día vende Mercedes-Benz. Eso sí, el cuadro de mandos es mitad analógico y mitad digital. Existen dos relojes, uno de ellos el velocímetro y otro el que marca la potencia utilizada o la carga que se lleva a cabo en cada momento. En el centro hay una pantalla TFT a color en la que se pueden consultar diferentes informaciones de interés. Su manejo se puede llevar a cabo desde el volante multifunción. Éste, además, cuenta con un aro bastante grueso más propio de un coche deportivo cuyo tacto y agarre resultan notables.

En el centro del salpicadero está la pantalla táctil del sistema multimedia, que es el conocido MBUX con funciones específicas como la que permite buscar el punto de carga más cercano y que responde a órdenes de voz tras decir el comando 'Hey Mercedes'. La pantalla tiene un tamaño de 10,25 pulgadas. Además se puede manejar desde los controles físicos situados en la consola central. También son analógicos otros como el que permite manejar el climatizador, el volumen del audio o el selector de los diferentes modos de conducción.

Los materiales del interior son de calidad, propios de un vehículo de aspiraciones 'premium'. Hay zonas forradas en cuero, cuero azul para el cuadro de instrumentos, molduras de aluminio y unos pedales también acabados así que dan el toque deportivo.

Las filas central y trasera tienen salidas de aire independientes que se pueden controlar desde la primera de ellas en unos mandos dispuestos en el techo. Estas salidas se encuentran en la zona alta de los laterales. Los asientos de la fila central se abaten para facilitar el paso a la parte de atrás. Su respaldo permite una inclinación de 45 grados.

Mercedes-Benz anuncia una capacidad de carga de 1.030 litros, si bien no especifica bajo qué configuración. El máximo es de 1.410 litros.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: EQUIPAMIENTO

El equipamiento de serie del Mercedes-Benz EQV 2020 incluye el paquete de asistencia a la conducción que ofrece el asistente de cambio de carril, el control de ángulo muerto, asistente de frenado activo y el sistema Presafe.

Son de serie los asientos delanteros calefactados.

El sistema de navegación inteligente que equipa el EQV es capaz de programar rutas a medida que busquen en su recorrido los puntos más adecuados para recargar la batería.

Entre los opcionales que se ofrecen para la furgoneta eléctrica se encuentran un equipo de sonido Burmester –960 euros–, un cable de carga de modo 3 –326 o 467 euros según la versión–, los retrovisores exteriores abatibles automáticos –320 euros– o el perfil aerodinámico AMG en el portón trasero –292 euros–, entre otros.

A través de la aplicación Mercedes Me se pueden consultar y controlar diferentes parámetros del EQV. Es posible programar los horarios de la carga de su batería o activar la preclimatización, de tal forma que se evita gastar energía en esos menesteres cuando se arranca.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: MECÁNICA

El motor que esconde bajo el capó el Mercedes-Benz EQV es un eléctrico de 150 kilovatios de potencia, cuyo equivalente son 204 caballos. También tiene un par máximo de 362 Newton metro. Con todo es capaz de desarrollar una velocidad máxima de 160 kilómetros/hora. 

Este propulsor actúa de forma exclusiva sobre el tren delantero, con lo que es otra de las diferencias del EQV respecto al resto de versiones del Clase V, que son de propulsión o de tracción total.

La batería es de 100 kilovatios hora de capacidad, de los cuales 90 son útiles, y se sitúa bajo el habitáculo. La autonomía según WLTP que se anuncia es de 357 kilómetros, cifra que aumenta hasta 482 en el caso de hacer un recorrido totalmente urbano. El gasto medio de energía homologado es de 28 kilovatios hora cada 100 kilómetros.

Mercedes-Benz ha confirmado que puede alcanzar un 80% de carga en menos de 45 minutos si se utiliza un punto de recarga rápida. Con corriente alterna acepta un máximo de 11 kilovatios, en cuyo caso el tiempo necesario para recargar la batería es de menos de diez horas.

La firma de la estrella garantiza la batería durante ocho años o 160.000 kilómetros.

El Mercedes-Benz EQV pesa casi 500 kilos más que sus equivalentes de combustión, lo que ha obligado a reforzar la suspensión trasera.

Como opción se puede incluir una suspensión neumática.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

¿Puede una furgoneta causar disfrute al volante? Sí, al menos si se trata de un vehículo como el Mercedes-Benz EQV, que tan sólo se diferencia del resto de turismos de la marca en las características propias del segmento. Altura del puesto del conducción, dimensiones y demás. Por lo demás, este EQV es un producto de altura de quienes está destinado, que son familias de estilo de vida activo o profesionales, entre los que se encuentran, por ejemplo, transportes desde el aeropuerto, servicios de movilidad de hoteles, VTC o servicios públicos, entre otros. Según Mercedes-Benz se esperan un 40% de ventas para uso personal y el restante para profesionales.

Dicho esto, lo primero que llama la atención del EQV son las calidades de su interior. Tanto por los materiales elegidos como por sus acabados. Incluso el volante destaca por lo deportivo de su propuesta. Ese aro grueso es más típico de un coche deportivo que de un vehículo destinado al transporte de pasajeros. Estos, por cierto, gozan de una importante cantidad de espacio aunque se trate de la versión de ocho plazas. La de seis, no obstante, se lleva la palma en este aspecto.

Concretar lo que hace sentir el Mercedes-Benz EQV al volante en una sola palabra es hablar de confort. Tanto en zonas urbanas como fuera de ellas. Y eso no implica que en las segundas se noten más inercias de las debidas, algo que merece elogios si se tiene en cuenta la altura y el peso del vehículo. La variante de carrocería corta se va hasta 2.635 kilos.

El tacto del volante es limpio y preciso. Es sencillo hacer que el EQV vaya donde uno ha pensado desde el principio. La asistencia eléctrica de la dirección está presente, pero en ningún momento desvirtúa la transmisión de sensaciones. También en la ciudad, donde resulta vital ser preciso a la hora de maniobrar debido a las dimensiones del vehículo.

Otro de los elementos que favorece el confort que ofrece el EQV es su motor. Recuerda en su comportamiento al del Mazda MX-30 en el sentido de que no existe un ápice de brusquedad ni en el arranque ni en el avance de los primeros metros, algo típico de los eléctricos. Ni siquiera en el modo de conducción 'S', el más deportivo, que lo tiene. Éste permite ganar velocidad con más brío, aunque ya desde el modo 'C', el que viene por defecto, están disponibles los 150 kilovatios de potencia. Los otros dos modos de conducción, denominados 'E' y 'E+', bajan esta cifra hasta los 100 kilovatios y limitan el rendimiento de elementos como el climatizador para alargar lo máximo posible la autonomía. De no mediar un día con una climatología extrema conviene llevarlos activados en ciudad, puesto que ya ofrecen un rendimiento más que aceptable y el ahorro energético se nota. Conviene recordar en este sentido que el propio peso del EQV hace que el gasto no sea precisamente pequeño. Durante los poco más de 100 kilómetros recorridos el ordenador de a bordo marcaba 28 kilovatios hora cada 100 kilómetros, precisamente la cifra homologada. No obstante ésta se puede bajar si se lleva a cabo una conducción adecuada.

La modificación de los modos de conducción no es la única que se puede llevar a cabo desde el volante del EQV. Tras él existen unas levas al estilo de los cambios automáticos que permiten variar el nivel de retención del vehículo al levantar el pie del acelerador. Como siempre sucede en estos casos, a más retención, mayor recuperación de energía en las deceleraciones. Existen cinco niveles diferentes, el automático y cuatro a elegir por el conductor. Lo lógico es utilizar el que apenas retiene nada en carretera y jugar con el resto en ciudad. De hecho, si uno se acostumbra, puede conducir con un solo pedal en territorios urbanos.

En definitiva, el Mercedes-Benz EQV es un vehículo cuyos objetivos están claros, algo pese a lo cual no ha renunciado a ofrecer ni la calidad ni la comodidad que ha de tener un vehículo 'premium'. Y todo ello con las ventajas que ofrece a día de hoy en las ciudades lucir la Etiqueta Cero en el parabrisas delantero.

MERCEDES-BENZ EQV 2020: PRECIO

El Mercedes-Benz EQV 2020 llega a los concesionarios españoles en septiembre con un precio inicial de 79.084 euros. La primera unidad salió de la fábrica de Vitoria el día 4 del mismo mes.

Como oferta de lanzamiento Mercedes-Benz pone a disposición del cliente la instalación del wallbox por 1.500 euros en el caso de ser personal y de 1.900 si es profesional. Se trata de un precio cerrado independientemente de la complejidad del proceso.

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