La Nascar ve posible una categoría eléctrica

Para O'Donell es un paso lógico y quizás necesario porque los grandes fabricantes se han volcado con el salto al coche eléctrico, han invertido grandes sumas en su desarrollo y han producido cada vez más modelos eléctricos por la demanda del mercado.

Pero por el momento, la Nascar se muestra prudente y el primer paso serían carreras de exhibición para estudiar la respuesta de las marcas y, sobre todo, de los aficionados.

"Estamos explorando todo tipo de opciones. Una categoría de eléctricos puede ser de gran interés para los fabricantes. Así que estamos obligados a explorar la posibilidad", ha señalado O'Donell.

El nuevo ejecutivo de la Nascar ha admitido que "a nuestros aficionados les encanta el ruido de los motores, ayuda a la sensación en las carreras. Si nos decidimos a entrar, prometo que lo haremos con algo entretenido" y se declaró convencido de que echarán "un vistazo a las posibilidades de una categoría eléctrica".

Mientras tanto, la Nascar sigue con sus planes para la introducción de motorización híbrida en sus coches. De hecho, el Next Gen introducido este año ya prevé esta posibilidad, que se adoptará en 2024.

Para ese año, la hibridación se adoptaría sólo en los circuitos ruteros y en los ovales cortos. Los ovales de alta velocidad quedarán para más adelante; parece complicado recargar baterías en ellos.

Todo ello pensando que en un futuro próximo los famosos motores V8 que han sido la característica de la categoría pueden desaparecer de muchos catálogos, sustituidos por los V6 biturbo, lo que obligaría a un cambio importante en la filosofía de la categoría.

La hibridación es una etapa que ya es imparable en la alta competición automovilística estadounidense. La IndyCar ha retrasado un año, hasta 2024, su introducción y el próximo año la IMSA dará entrada a la categoría LMDh, que también competirá en el Mundial de Resistencia.