La IndyCar llega este fin de semana a un feudo de la Fórmula 1: Austin

Mientras desde la óptica europea se pone el acento en el déficit de prestaciones entre Fórmula 1 e Indycar, claramente favorable a la primera, en Estados Unidos se esfuerzan por ofrecer el mejor espectáculo posible, incluso con incentivos adicionales, como un premio especial de 88.000 euros si el ganador de la carrera es a la vez el Poleman, un incentivo en términos financieros de la categoría suficientemente interesante como para que se intente buscar.

Ya hablamos de la diferencia de prestaciones el pasado 15 de febrero y si en los test celebrados en el trazado entonces los Indycar eran 14''4 más lentos, esta diferencia seguro que disminuirá este fin de semana, cuando los ingenieros apliquen las experiencias acumuladas en aquel test y los pilotos vayan de verdad a por el crono. Pero en cualquier caso será importante: algo menos de potencia, algo más de peso, neumáticos de concepto diferente y, sobre todo, una carga aerodinámica limitada.

Hablar de favoritos es, por el mometo, complicado. Está claro que Josef Newgarden, el ganador en las calles de St. Petersburg, la carrera inicial, quiese salir de aquí como líder, pero la oposición será feroz. Marcus Ericsson, llegado este año procedente de la Fórmula 1, espera que el conocimiento que tiene de la pista pueda ayudarle. El 'valenciano' Colton Herta –vive en la Valencia de California– quisiera que el mejor crono marcado en los test fuera antesala de algo importante en esta carrera. Y Patricio O’Ward, el campeón de Indy Lights, que por fin ha conseguido coche para este año, quisiera mostrar sello propio desde esta misma carrera, pese a que llegará corto de test.

Pero está claro que la carrera tendrá muchos pretendientes: Alexander Rossi, Takuma Sato, Scott Dixon, Felix Rosenqvist, Will Power, Sébastien Bourdais, Simon Pagenaud, etc.

A diferencia de la Fórmula 1, donde todo se ciñe al combate de dos equipos –Mercedes y Ferrari– con un tercero –Red Bull– que algunas veces asoma cabeza, y diría que como mucho a tres pilotos, aquí hay una decena de pilotos, mínimo, aspirantes a la victoria. La razón son las mecánicas iguales, al menos como base de partida, aunque después en la gestión algunos equipos sean más eficaces. Recordemos que en St. Petersburg Newgarden ganó por delante de Dixon y Power, con Rosenqvist y Rossi a continuación.