Alonso: "¿Volveré a Le Mans? Probablemente está garantizado"

Alonso está a las puertas de una nueva edición de las 24 Horas, que es también el colofón a su incursión con Toyota en el Mundial de Resistencia. Llegó para ganar Le Mans y acercarse a la triple corona. Lo consiguió en su primer intento. Ahora tiene la oportunidad de sentenciar el título para decir ‘hasta luego’ a la resistencia como campeón del mundo.

Y es que Alonso no sabe qué le deparará el futuro. Como no renovará su contrato, sabe que en 2020 y 2021 no correrá a menos que se asocie a un proyecto alejado de la victoria absoluta y con menos recursos económicos. Pero le agrada Le Mans y está convencido de que volverá en algún momento.

"Volveré. Eso probablemente está garantizado. No sé si será de aquí un año, tres años o cinco años", explica. "No pienso demasiado en si es la última vez o no. Estoy seguro de que volveré a Le Mans. No sé si el año que viene o en los siguientes. No me lo tomo como si fuera la última vez".

La prioridad de Fernando, pues, es "terminar la supertemporada con buena nota". Y eso pasa por terminar como mínimo séptimo en la carrera y sentenciar el Mundial. Dada la competitividad de los dos TS050, que compiten virtualmente solos, sus únicos enemigos son las averías, el tráfico y los errores humanos.

"El enfoque es siempre el mismo: respetar mucho la carrera. Es una carrera muy dura para el coche. La carrera se desarrolla y eso te puede favorecer o no. No es que cambies el resultado en función de si eres o dejas de ser agresivo. Tu contribución no suele ser suficiente para compensar el destino de aquel día".

"Intentaremos terminar los primeros, porque para el campeonato es importante que no tengamos un abandono. Intentaremos evitar cualquier tipo de error".

Pese a la perspectiva de un título mundial y la ilusión de la victoria, Fernando sí admite que vive las 24 Horas con menos estrés que el año pasado.

"Es mucho menos. El año pasado vinimos con la presión de ganarla, de conseguir el resultado. Hicimos muchas pruebas. Era mi primera vez y tenía que descubrir muchas cosas. Había mucha presión, también para el equipo, porque éramos muy dominantes pero no la habíamos ganado".

"–Ganarla en 2018– era obligatorio. Este año el título de marcas está sentenciado después de Spa-Francorchamps. Esperamos que esto sea una celebración de la última ronda de la supertemporada. Si podemos hacer un buen trabajo y ganarla, eso será muy bueno para el equipo, pero hay un poco menos de presión que el año pasado".  

El ovetense se siente más formado para el reto que en su primera incursión.

"Este año estoy más preparado. No es que el año pasado lo estuviera poco, es más cuestión de los kilómetros que hemos hecho desde entonces. Ahora conocemos más el coche. Puedes solucionar algunos problemas del coche. A final del año pasado íbamos por caminos distintos con los reglajes, pero ahora el coche es aún mejor. Cuantas más vueltas das, más preparado estás. Especialmente en Le Mans, que tiene sus trucos. Eres mejor al final de las 24 Horas que al principio".

Mañana, entrenamientos.

"Hemos de trabajar en muchas cosas para preparar el coche para la carrera. Nuestro coche es bastante complejo: gestionar la energía en las salidas de las curvas, la recuperación… Tenemos muchos cortes de combustible a lo largo de una vuelta. Quizá calibrar nuestro coche conlleva más vueltas que un coche que no sea híbrido. Este test nos permite ahorrar mucho tiempo y hacer los preparativos para la semana del evento, por si hay lluvia o problemas en esa semana. Mañana es un día importante. Hemos de probar los neumáticos, el material de los frenos, que es un poco más duro que en las últimas 24 Horas…"

"Para el equipo es más estresante. Los pilotos nos conocemos el circuito. Es cuestión de coger ritmo con el tráfico y la velocidad, que aquí es muy alta. El equipo está más estresado en este test, porque ha de hacer muchas cosas y terminar la jornada con un determinado nivel de confianza en muchos componentes que se usarán en la carrera de aquí un par de semanas".