El Rimac Nevera bate el récord de velocidad punta para un eléctrico

El récord absoluto de la automoción está en 447,19 kilómetros/hora y es propiedad del Koenigsegg Agera RS, que promedió esa velocidad en un intento oficial monitorizado en 2017. El Bugatti Chiron Super Sport 300+ alcanzó los 490 kilómetros/hora años más tarde, pero lo hizo en una prueba privada –muy parecida a la de Rimac– no homologable.

Donde el Nevera sí tiene el récord absoluto de la industria es en el cuarto de milla, que es capaz de cubrir en tan sólo 8,5 segundos. Eso es prácticamente un segundo menos que el anterior poseedor de la plusmarca, el Bugatti Chiron Sport, que necesitaba 9,4 segundos. Imposible competir contra la aceleración eléctrica.

La velocidad punta del hiperdeportivo eléctrico se ha verificado en el circuito de pruebas de Papenburg, en Alemania, en un óvalo con dos rectas de cuatro kilómetros que son ideales para este tipo de pruebas. El piloto al volante ha sido Miro Zrncevic, jefe de pruebas de Rimac y piloto de desarrollo.

El Nevera era capaz de negociar la parte peraltada a velocidades superiores a los 250 kilómetros/hora, de tal modo que luego podía aprovechar las zonas de rectas para ir más allá de los 400 kilómetros/hora gracias a los 1.940 caballos de potencia de sus cuatro motores eléctricos. Todo un hito para la movilidad eléctrica.

Ahora bien: toda persona que quiera tener un Nevera debe saber que su coche estará limitado electrónicamente a 352 kilómetros/hora. Estas velocidades generan tanto estrés en los neumáticos que la marca no quiere que vayan más allá sin supervisión. Rimac sí ha anunciado que organizará una serie de eventos privados donde será posible desbloquear la velocidad restante para llegar hasta la velocidad punta oficial.

"Viajar a 412 kilómetros/hora implica ir a un tercio de la velocidad del sonido", ha dicho el piloto Zrncevic. "Conseguir esto con un coche de calle es increíblemente complejo, pero con el Nevera hemos creado un coche que es capaz tanto de cubrir largas distancias con una sola carga como de trazar curvas en circuito, driftear y batir récords de velocidad tanto de aceleración como de velocidad punta".

"He conducido el Nevera desde el principio de todo y ver el coche que es hoy es realmente emocionante. Lo más importante que he visto durante el intento de velocidad punta es que el coche es muy tranquilo y estable, lo que confirma el fantástico trabajo que ha hecho la gente de nuestro departamento aerodinámico y de dinámica del vehículo".