Alonso e Indianápolis, un hasta luego

Alonso se marcha de Indianápolis tras un nuevo intento fallido de conquistar la complicada Triple Corona. El español sabe que como mínimo no podrá luchar de nuevo por conseguirla hasta 2023 porque ahora toda su concentración debe ir a su nueva etapa con Renault.

Tras un abandono y una no clasificación, Fernando ha podido terminar las 500 Millas de Indianápolis este año por primera vez. El asturiano sostiene que le faltaba ritmo para luchar por la victoria y también experiencia.

"Primera Indy 500 completada. Ésta es una de las experiencias más grandes que un piloto puede tener. La adrenalina, la historia, el peligro, la velocidad.... Queríamos haber luchado por la victoria hoy, pero no hemos tenido el ritmo ni yo tampoco la experiencia necesaria", ha reconocido Alonso en su cuenta oficial de Instagram.

Alonso se quedó sin embrague en la vuelta 122 y siente que sin ese contratiempo, quizá podría haber estado en la batalla por el Top 10. No obstante, asegura que ha disfrutado de esta prueba única.

"Probablemente podríamos haber luchado por estar entre los diez primeros, pero tampoco hemos tenido esa suerte. No obstante, esas 200 vueltas han sido muy intensas, he disfrutado cada segundo al volante", ha añadido.

Por último, asegura que se siente un privilegiado por haber tenido la oportunidad de correr las 500 Millas de Indianápolis.

"Ser uno de los coches que está compitiendo en la carrera ya es un privilegio. Hemos podido hacer lo que nos gusta, correr con respeto. Tengo que dar las gracias a los pilotos, equipos, patrocinadores, a la IndyCar, a los periodistas y a los aficionados, desde casa he podido sentir su apoyo", ha destacado.

"Ésta es la carrera más loca del mundo. Hasta luego", ha comentado Fernando para cerrar, antes de compartir una imagen de su próximo reto, F1 con Renault en sólo cuatro meses.