Un Visa Lotus de rallyes, un bus turístico para París o el 'coche pirámide': así son los Citroën más desconocidos

1982: EL CITROËN VISA DE RALLYES QUE NUNCA COMPITIÓ

La época dorada de los rallies tuvo a Peugeot, Renault… ¿y Citroën? Estuvo un poco desaparecida, aunque el Visa Mille Pistes cosechó ciertos triunfos en su categoría. Pero eso estuvo a punto de ser muy diferente, pues Citroën trabajó en una versión de tracción trasera y motor central del Visa... ¡encargada a Lotus!

La firma de Colin Chapman, creó un chasis tubular, añadió la mecánica de 2.2 litros del Esprit Turbo con 215 caballos y lo vistieron con una carrocería de poliéster inspirada fuertemente en el Visa. También eran del Esprit las suspensiones y los discos de freno.

Desafortunadamente para los implicados, las pruebas en entorno real del coche arrojaban sensaciones de conducción ''diabólicas'', derivada de un peso superior de 1.020 kilos y a una distancia al suelo escasa. También iba unido a ello el hecho de que el coche era exclusivamente tracción trasera, cuando en rallyes empezaban a cuajar los tracción total Quattro de Audi. El proyecto no llegó a mayores, y tan solo se construyeron dos unidades, una de las cuales conservada en el museo de la marca en Aulnay-sous-Bois, cerca de París.

1955: CITROËN CURRUS CITYRAMA

Hoy en día, todos conocemos los autobuses turísticos sin techo que pueblan las ciudades más visitadas del mundo, pero a mediados de los años 50 la ciudad más visitada del mundo era… la misma que hoy en día: París, por lo que se hacía necesario un medio de transporte que permitiese ver los monumentos de la ciudad de la luz, así que la empresa turística Cityrama llegó con la idea de un autobús de corte futurista.

El trabajo de diseño le fue encargado a 'Carroserie Currus', mientras la planta motriz sería la de un camión Citroën U55. El resultado no se puede negar que era futurista, con una amplia superficie acristalada para poder observar con detenimiento la vida parisina, así como escuchar las bondades de cada rincón de esta, con auriculares en cada uno de los asientos. Viendo este artefacto los actuales nos parecen aburridos y feos. Estuvieron en servicio desde 1956 hasta finales de la década de los 60, cuando fueron sustituidos por otros de aspecto más convencional. 

¿UN XANTIA CHINO? ¡TODOS A LA CÁRCEL!

Hoy en día los coches chinos tienen tanta tecnología y un precio tan bajo que la discusión es sobre la cuantía de los aranceles, pero hace apenas 30 años, la situación era a la inversa, con tasas para los coches importados a China de hasta el 80% sobre el precio original, pero los aranceles por la importación de componentes era de solo un 20% con el objetivo de que los fabricantes montaran sus coches en China. Esto llevó a Citroën a una brillante idea: fabricar los Xantia en China con piezas importadas desde Europa, de las que al menos el 20 por ciento debían ser ensambladas localmente, por lo que algunos empresarios decidieron montar una fábrica en la localidad de Huizou.

Así era la teoría, pero la práctica resultaba un tanto diferente, puesto que en estas fábricas tan solo se montaban elementos como los limpiaparabrisas o los retrovisores, sobornando a las autoridades para que calificaran a los vehículos como genuinamente 'made in China'.

Fue el caso de los Citroën Xantia, convertidos en Fengsheng XM, Citroën y Fengsheng –actualmente conocida como DongFeng– pretendían así plantar batalla a los Audi 200 del competidor local FAW. La cosa pintaba bien, pero en 1999, el gobierno chino toma cartas en el asunto y cesó por completo las operaciones, dejando en vía muerta a los Xantia 'Made in China' y dando a los responsables chinos de este amaño unas penas de cárcel importantes.

1980: CITROËN KARIN, PARA VIAJAR CON TUS MUJERES

Uno de los diseños más controvertidos del fabricante que, sin duda, no dejó indiferente a nadie es el Karin. Presentado en el Salón de París de 1980 sobre la plataforma técnica del futuro BX y dibujado por el diseñador Trevor Fiore, el Karin conceptual era un 'concept car' con una línea en forma de pirámide, en cuya cúspide se encontraba un techo del tamaño de un folio DIN A3. Estas irreverentes formas obedecían a la función de ser un coupé de perfil, centro de gravedad y coeficiente de resistencia aerodinámicos muy bajos. 

El interior era realmente futurista, pero de manera acertada, ya que toda la información pasaba por un ordenador y un monitor centralizado tras el aro del volante. Centrada estaba asimismo la posición del conductor, entre los dos acompañantes -la mujer y la amante, según palabras del propio Fiore-, al estilo que tendrá muchos años después el McLaren F1.

La configuración mecánica era más convencional, con un cuatro cilindros en posición delantera transversal, tracción delantera y la famosa suspensión hidroneumática de Citroën.

La historia de la marca está llena de modelos, prototipos e hitos que son ahora historia del automóvil y que en ocasiones la llevaron cerca de la quiebra. Su última innovación fue el C4 Cactus con sus paneles laterales anti-choques y asientos confort, una interesante idea a la que le costó encontrar su hueco en el mercado. Ahora las innovaciones siguen pero la marca tiene un nuevo objetivo: enfrentarse a Dacia en Europa ¿se convertirá en una marca 'low cost' o será solo un desafío pasajero? en los próximos años tendremos la respuesta.