¿Un Citroën Xsara híbrido? Existió, a principios de siglo

¿Qué decir del Citröen Xsara? Un completo éxito de ventas que marcó una huella imborrable tanto en el segmento de los compactos como en los corazones de muchos conductores primerizos. Se comenzó a fabricar en 1997 –este año cumple los 25– y estuvo en liza hasta 2006, momento en que fue relevado completamente por su sucesor, el C4.

La gama de motorizaciones y potencias fue amplia, tanto de gasolina como Diesel, con la base en un 1.4 litros de gasolina de 75 caballos y culminando en los 2.0 de 166 caballos de las versiones deportivas VTS. Sin embargo, el conjunto motriz más especial que montó el Xsara fue un híbrido, implementado en una unidad prototipo que se presentó durante el Salón de Ginebra del año 2000.

Partía de la mecánica más humilde, el 1.4 litros con 75 caballos y 112 Newton metro de par. Al mismo se le añadía un pequeño motor eléctrico de 34 caballos a la salida del cigüeñal, seguido de una novedosa caja de cambios automática 'Autoactive' creada específicamente para la ocasión, con embrague húmedo, nuevo árbol primario y cuyo funcionamiento se adaptaba a las circunstancias de conducción, trabajando codo con codo junto a la parte eléctrica.

Al ser un híbrido convencional, el conjunto recargaba la batería mediante el motor, así como durante las frenadas y fases de deceleración , una batería de níquel–hidruro situada bajo el piso del maletero, con una tensión de salida de 168 voltios. Por desgracia, nunca se llegó a difundir la capacidad neta de la misma.

En cuanto a los mencionados modos de funcionamiento, contaba con cinco: propulsión por combustión, propulsión por combustión y recarga de la batería, propulsión combinada, recuperación de energía y, finalmente, modo 100% eléctrico. En este último caso con una autonomía máxima de 20 kilómetros en entorno urbano. Además, la unidad de control se encargaba de que en fases de poca solicitación, el coche se impulsase únicamente con este motor.

Por supuesto, la masa de todo el conjunto se veía condicionado por el peso extra de las baterías, que lo elevaban hasta los 1.450 kilos –370 kilos por encima del de un Xsara Break equivalente–, aunque los responsables esperaban poder reducir esta cifra hasta los 1.300 kilos en el hipotético caso de llegar a producción, algo que no llegó a ocurrir.

No obstante, los objetivos perseguidos con este proyecto se habían cumplido con creces: una autonomía combinada de más de 1.000 kilómetros y una reducción en las emisiones de CO2 y consumo de carburante del 35% respecto al modelo de gama equivalente.

Como curiosidad decir que el prototipo Dynactive se realizó sobre la base de un Xsara Break de la primera serie, pero a escasos meses de que Citroën actualizase el modelo a la fase dos. Por ello se terminó modificando este prototipo únicamente en el plano estético, cuando se hubo presentado la actualización del Xsara.

Destacar también que, en 1998, Citroën ya había presentado un prototipo con una tecnología  cercana a producción y dedicada a mejorar la eficiencia, el Dynalto. Con éste, los franceses implementaban por primera vez un sistema Stop & Start automático y moderno, con el que argumentaban que se lograban reducir las emisiones en un 20% y elevar la autonomía a 730 kilómetros. Su primera aplicación comercial fue en 2004, ya con el Citroën C3 con caja automática ''Sensodrive''.