Neumáticos sin cámara, ¿será cuestión de tiempo?

Recientemente, la firma Goodyear ha anunciado que está en pleno desarrollo de unos neumáticos sin cámara que prescinden de cualquier tipo de llenado por aire. En el mismo comunicado declaran que han completado ya nada menos que 120.000 kilómetros en todo tipo de superficies y condiciones ambientales.

Pero ¿en qué consisten esta clase de neumáticos y qué ventajas tienen? Estas gomas, denominadas también NPT por su acrónimo en inglés, cuentan con una estructura interna entre la banda de rodadura y la llanta para soportar el peso del vehículo en lugar de una cámara de aire a presión.

No son algo novedoso, ya que su uso se extiende desde hace tiempo a pequeños vehículos como sillas de ruedas, bicicletas o cortacéspedes. La marca de ATVs Polaris, lo ofrece en opción para sus modelos desde 2013. La utilización en el sector del automóvil, por su parte, es un asunto que lleva años en estudio, aunque por distintas razones no se ha llegado a popularizar, al menos todavía.

La primera ventaja atribuida a su uso es, evidentemente, la ausencia de pinchazos, aunque más allá de ello, también se benefician de necesitar menos mantenimiento y de que se precise de una rueda de repuesto o un kit repara-pinchazos en el habitáculo. Son, además, mejores para su uso en vehículos de gran tonelaje ya que permiten la monta de mayores cargas con una deformación menor de la goma, ya que el peso del conjunto se distribuye a lo largo de toda la estructura del neumático -el 90% en el caso de Goodyear-, en lugar de únicamente sobre la huella.

Por el contrario, sus virtudes acarrean una serie de inconvenientes: para empezar, cuentan con una mayor resistencia a la rodadura, algo que repercute negativamente en el consumo, y generan mucho más calor en movimiento. También, la supresión de la cámara hace que se tenga un elemento menos de suspensión, y se nota al estar dentro del habitáculo. Hasta el momento, tampoco son recomendables para su uso a grandes velocidades, ya que ocasionan vibraciones por encima de los 80 kilómetros/hora y, finalmente, se encuentra el hecho de que son más caras de producir.

Es en estos aspectos donde las grandes marcas trabajan a día de hoy en sus centros de desarrollo. La mencionada Goodyear comenta que su uso generalizado podría darse con la implementación de la movilidad autónoma dentro de las ciudades, como lanzaderas o vehículos compartidos, aunque su proliferación no la esperan para antes de 2030.

Michelin cuenta igualmente con un propio desarrollo mucho más optimista, y anunció en 2019 que para el año 2024 sería capaz de ofrecer esta tecnología para General Motors.

¿Será entonces éste el camino que se seguirá de cara a la movilidad futuro? Lo cierto es que tal vez el mayor problema de esta tecnología sea lo establecida que está la actual. Aparte de suponer un cambio de paradigma para muchos usuarios, sería necesaria igualmente una gran inversión por parte de las empresas para adaptar las plantas de fabricación a este nuevo tipo de goma, a lo que habría que unir las repercusiones de su uso más longevo en la distribución y venta de las mismas.