BYD prepara una plataforma híbrida enchufable con 2.000 kilómetros de autonomía

BYD, a pesar de ofrecer en nuestro país una gama 100% eléctrica por el momento, también tanteará a los clientes europeos con una variante híbrida enchufable de su SUV Seal U, el DM-i. Llegará en el segundo semestre con unas credenciales capitaneadas por un motor eléctrico por cada eje —de 204 caballos en el eje delantero y 163 en el trasero— sumado a un motor de gasolina de 131 caballos. Promete una autonomía en modo cero emisiones de 70 kilómetros.

Sin embargo, algunas informaciones apuntan a que prepara una evolución de su E-Platform de 3.0 a 4.0, con la que no solo reducirán los costes para los coches eléctricos e híbridos enchufables que puede acomodar, sino que estos últimos serán capaces de ofrecer hasta 2.000 kilómetros de autonomía con el depósito lleno.

Para lograrlo, podría haber varias vías disponibles, como la de aumentar la capacidad o mejorar la densidad energética de la batería, pero no sería viable en términos de tamaño del coche o económicos. La segunda vía implica la de agrandar el depósito de gasolina o colocar más de uno, pero acuciarían el mismo problema en términos de espacio. Por lo tanto, la mejor vía pasa por optimizar la eficiencia de su mecánica de combustión, un 1.5 litros de gasolina, denominada ''Xiaoyun''.

ULTRA EFICIENCIA ENERGÉTICA

Esta mecánica, desarrollada por la marca específicamente para los híbridos enchufables del formato del Seal U DM-i, se destaca por encima de cualquier otra por el hecho de ofrecer una eficiencia térmica del 43% según sus creadores, la más alta actualmente para un motor de combustión. Como explicación general, este valor hace referencia a la cantidad de energía interna del combustible aprovechada realmente para impulsar al automóvil. El resto desaparece en forma de calor o debido a las pérdidas mecánicas del roce entre los elementos móviles. Para hacernos una idea, un automóvil corriente cuenta con una eficiencia térmica en el entorno del 25 y 30%. Los Fórmula 1 se acercan al 50%.

Para lograrlo, la gente de BYD ha elevado a cotas altísimas el ratio de compresión, hasta los 15,5:1, junto a una incrementada relación diámetro/carrera de los pistones. BYD no habla de materiales, pero para soportar esas presiones se ha debido de reforzar convenientemente la culata.

La segunda arma es su funcionamiento mediante ciclo Atkinson, el cual se logra implementar al retrasar levemente el cierre de las válvulas de admisión durante el proceso de compresión, relegando parte del combustible de nuevo al colector y mejorando así la eficiencia del ciclo, a expensas, eso sí, de la potencia.

Cuenta a su vez con un nuevo tipo de tecnología de refrigeración, monitorizada según las necesidades de la mecánica y que ayuda por ejemplo durante los arranques en frío, en cuyo proceso se reduce el consumo entre un 15 y un 20%. Finalmente, lleva implementado un sistema de recirculación de gases de escape —EGR— y las camisas de los cilindros, así como otros componentes internos, van especialmente pulidas para reducir la fricción.

Con todo, este motor ultra eficiente es capaz de entregar 100 caballos y 122 Newton metro con las mencionadas cifras de un 43% de eficiencia certificadas por el organismo CATARC.

También se ofrecerá en otra versión más potente, la presentada, con turbo de geometría variable, ciclo Miller y un ratio de compresión de 12,5:1 para entregar 130 caballos y 220 Newton metro junto a una eficiencia energética del 40%.

OTRAS POSIBLES ALTERNATIVAS

De la misma manera, es más que probable que para confirmar esas cifras se haga uso del procedimiento de homologación chino CLTC, que es mucho más permisivo y laxo que el WLTP instaurado en Europa. De la misma manera, esta cifra debería de lograrse con una carrocería de tipo berlina, como el Seal, más aerodinámica que la del SUV.

Eso es todo en lo que se refiere a ese futuro modelo con 2.000 kilómetros de autonomía. Pero, como hemos mencionado, este irá sobre una plataforma evolucionada para eléctricos e híbridos enchufables que promete asimismo una reducción de costes en su producción del 20%. Desde BYD tienen la visión de que la globalización de los coches electrificados pasa directamente por unos precios más accesibles y autonomías más aprovechables.

Solo queda por comprobar si todo ello será trasladable a la realidad y, en última instancia, al consumidor. Lo cierto es que quizá esté más cerca de lo que cualquiera podría pensar, pues desde el portal 'AutoCar' apuntan al próximo Salón de Pekín que tendrá lugar en el próximo mes de abril como su puesta escena