Red Bull, ¿condenados a entenderse con Renault?

Aunque todavía mantiene todas las opciones abiertas, al menos de modo oficial, parece claro que la Fórmula 1 le empuja directamente a los brazos de Renault y que la única alternativa real es… la puerta de salida

Durante el fin de semana Mercedes descartó darles motores; respuesta rápida, sencilla y concisa. Ferrari ha sido más diplomática y ha admitido que si le contactan, consideraría la posibilidad… pero que no está interesada para nada. Renault desearía que los austríacos encontraran otra vía, pero reconoce que, con las reglas en la mano, estaría obligada a ofrecer motores a Red Bull y AlphaTauri.

La opción que se ha barajado es la de seguir con un motor cedido por Honda, pero con Red Bull como encargado de desarrollarlo y mantenerlo.

Pero esta posibilidad queda descartada prácticamente. Ya dijo Helmut Marko que no era nada sencillo porque no se trataba de coger el motor y montarlo, sino de adaptarlo a las especificaciones necesarias para los combustibles nuevos que se usarán en 2023, año en el que deberán ser sintéticos o bio en un 100%.

Red Bull no tiene departamento de motores, pero hay empresas capaces de hacerlo por encargo. Está AVL, la compañía austríaca que suministra a muchos equipos bancos de pruebas dinámicos para motores y a la que Red Bull recurrió en su momento, cuando quiso ayudar a Renault a desarrollar el motor, y encargó a Mario Illien una suerte de auditoría sobre el motor y a AVL, efectuar algunos ensayos. AVL, recordémoslo, también recibió consultas de Honda, la firma japonesa también recurrió brevemente a Illien.

Está Cosworth, cuyos últimos motores para el Valkyrie y el Murray T.50 demuestran que sigue en forma, y por supuesto Ilmor, de Mario Illien. También está Mugen, la subsidiaria de Honda, aunque en este caso tendríamos el problema de que está en Japón. Pero también a AER o Gibson quizás les interesría dar el paso. Y está el exjefe de Mercedes High Performance Powertrains, Andy Cowell, en el mercado… aunque Christian Horner dice que sigue en Mercedes, pero en otro departamento.

Precisamente Horner señaló en Nürburgring que la posibilidad de este motor propio es inviable "porque los costos son enormes y por eso no se atrae a constructores nuevos".

Todo indica que Red Bull está condenada a caer en los brazos de Renault. Pese a las graves desavenencias del pasado, "el tiempo hace cicatrizar las heridas". Es algo que hemos visto recientemente varias veces: el retorno de Fernando Alonso a McLaren o la repesca de Kimi Räikkönen por parte de Ferrari, sin ir más lejos.

Renault tendría que olvidar sus críticas y Red Bull, dejar de lado, por un momento, que sería equipo cliente y no referente, pese a que ello le obligue a aceptar ciertas concesiones.

Lo que parece es que Red Bull deberá contentarse con una solución puente hasta que entre en vigor el reglamento nuevo de motores, previsto inicialmente para 2026… pero el periodo es largo, cuatro años. Sin embargo, en Nürburgring ya se ha hablado de que quizás sería bueno acortarlo.

En cualquier caso, en Red Bull seguro que prefieren el motor Mercedes… que ellos ya pondrán el resto. Dietrich Mateschitz seguro que buscará la manera de convencer a la marca de la estrella y seguro que no será hablando con otro austriaco –Toto Wolff–, sino apelando a Olla Källenius. Pero no será sencillo que logre convencerle.