El Mundial B: Hülkenberg sería campeón, por delante de Sainz y Alonso

Renault ha sido el cuarto equipo del Mundial y por ello, el primero de los otros, de los F1 B o de Segunda División. Es un concepto que no gusta nada, ni a la FIA ni a los equipos y mucho menos a Liberty, pero es una realidad como un piano.

El propio Ross Brawn, igual que Chase Carey, han admitido que no es de recibo que dos equipos se repartan el botín. Y así ha sido este año: 'duólogo' de Mercedes y Ferrari, con Red Bull aprovechado las pocas ocasiones de las que han gozado.

Los demás equipos, a años luz, tanto que incluso a media temporada me pregunté si en realidad había Segunda División o bien se trataban de Segunda B. La mejor prueba de ello es que sólo un piloto no perteneciente a los tres equipos grandes ha pisado podio este año… y en una sola ocasión: Sergio Pérez, en Bakú, un día en el que tres de los pilotos de Primera División abandonaron y Vettel tuvo problemas.

Una situación insostenible, desde luego, y lo peor que no parece tener salida e incluso puede empeorar el próximo año, si Honda no da el salto de prestaciones que Red Bull espera, reduciendo la primera división a dos equipos.

Es cierto. En otros deportes hay dos equipos o tres que dominan, pero siempre hay sorpresas, incertidumbres, esperanzas para los otros. En F1 esto último, más que una realidad, es una quimera. Es lo mismo que pasa en categorías menores –F3 e inferiores–, donde comenzó a acuñarse lo de la Clase B o Serie B, una suerte de meritocracia para los pilotos, que debían conformarse con coches de las temporadas anteriores porque su presupuesto no permitía el material de última generación, el más competitivo. Es cierto que en F1 todos los coches son de la temporada, pero los medios de muchos equipos son tan inferiores que sus coches de facto son de una generación anterior.

Tanto es así que el concepto está arraigado. La prensa y los aficionados en general ya ha consagrado a Hülkenberg como el campeón de los otros; a Renault, el mejor coche de los otros, y a Carlos Sainz, el subcampeón.

Ya sé que Hülkenberg ha sido séptimo del campeonato absoluto y Sainz sólo décimo y que entre ambos quedaron Sergio Pérez y Kevin Magnussen, pero si hacemos el recuento de puntos prescindiendo de los Primera División, es decir sólo tomado a los pilotos de los equipos pequeños, Sainz es segundo y no demasiado lejos de Hülkenberg.

Una revista tan seria e influyente como Autosport, en su resumen de fin de temporada, dedica un capítulo al Campeonato F1 B. El resultado es sorprendente y corrobora lo que muchos aficionados dicen: el campeonato de Segunda División o la F1 B resulta tanto o más interesante que el duelo Lewis Hamilton - Sebastian Vettel, Ferrari - Mercedes, por la corona absoluta.

Nueve pilotos han sido ganadores de la Clase B: Hülkenberg, con seis victorias, ha sido, en cierta forma, el dominador del certamen. Si su ventaja sobre sus rivales más cercanos no ha sido tal, se debe simplemente a sus muchos contratiempos mecánicos o incidentes; nada menos que siete abandonos. Pérez ha logrado tres victorias y con dos están Magnussen, Esteban Ocon, Charles Leclerc, Alonso y Pierre Gasly, mientras que Romain Grosjean y Sainz han sumado una. Es decir, entre los siete equipos de Clase B, seis de ellos han ganado al menos dos Grandes Premios.

De los cinco pilotos restantes, encontramos a los dos pilotos de Williams, que cierran la clasificación. Ni ellos ni Marcus Ericsson o Brendon Hartley han subido a este podio de consolación; Stoffel Vandoorne no tiene tampoco victorias, pero al menos ha sido dos veces tercero: algo es algo… aunque queda ridiculizado por su compañero, Alonso.

Puede sorprender la clasificación de Sainz como subcampeón B porque en la oficial del Mundial es sólo décimo; esto es el cuarto puesto entre los B, pero si descartamos a los seis protagonistas del Mundial y sólo contamos a los de Clase B, suma seis segundos puestos, un tercero, varios cuartos y sólo dos abandonos, amén de la victoria en la última carrera del año. Regularidad y eficacia, dos cualidades que son claves en un campeonato.

Por el contrario, Alonso sólo es séptimo en este certamen B, cuando en la general es 11º del Campeonato, pegado a Sainz. En la clasificación general absoluta Alonso es el quinto de los clase B, ganó dos posiciones porque sacó tajada de la primera parte del Campeonato, en la que algunos coches de los rivales no fueron competitivos –Sauber o Force India, por ejemplo– pero en la parte final del Campeonato el McLaren perdió eficacia a marchas forzadas.

En el Campeonato de Constructores Renault domina, pero con Force India muy cerca y Sauber se impone a McLaren y Haas; estos tres equipos pagan caro que uno de sus pilotos –Ericsson, Vandoorne y Grosjean– no hayan estado a la altura de su compañero y se hayan dejado muchos puntos por el camino.

La situación corre el riesgo de perpetuarse. Los equipos cliente, lógicamente, no pueden estar a la altura de los equipos de la casa madre. Red Bull puede sufrir una regresión de competitividad con el motor Honda, mientras que no está claro que Renault y McLaren logren cerrar suficientemente la distancia con los de cabeza en 2019. No es, desde luego, la situación que desearíamos.

CLASIFICACIÓN DE LA F1 B

Tabla hecha sin tener en cuenta a los seis pilotos de Mercedes, Ferrari y Red Bull.

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En el Campeonato de Constructores B, Renault con 478 puntos superaría a Force India –425–  y Haas –352–. Sauber sería la tercera fuerza con 281 puntos, seguida de McLaren –270–, Toro Rosso –210– y Williams, que cierra la clasificación con unos modestos 99 puntos.